26-08-2021
En las mesas de dinero las emisiones anteriores a 1996 se pagan menos que las recientes, sin sustento real. La preferencia de compradores y el oportunismo cambista. Cómo distinguir falsificaciones.
En las “cuevas”, mesas de dinero y locales donde se comercializa moneda extranjera de manera informal, toman a los billetes de dólar más viejos, llamados “cara chica” por su diseño, a menor valor que las emisiones más recientes o “cara grande”.
Por estos días, quienes quieran desprenderse de sus billetes reciben $178 por los dólares más nuevos -el billete de USD 100 es el más popularizado-, en el mercado desde 2013, y también por el diseño anterior vigente entre 1996 y 2012.
Pero para los billetes más antiguos -impresos antes de 1996- cuyo diseño se caracteriza por la “cara chica” del presidente norteamericano que lo identifica (emisiones de 50, 20, 10 y 5 dólares), en el mercado informal pagan cinco pesos menos que la cotización regular del dólar libre, hoy unos 173 pesos.
Sin embargo, esta diferencia de precio no tiene un sustento real, solo la preferencia de los compradores y cierto oportunismo de los cambistas, pues no importa en qué año fueron emitidos, todos los diseños de la moneda de los Estados Unidos son de curso legal, por lo cual las ediciones anteriores de USD 100 continúan en circulación y, de hecho, se utilizan con plena normalidad en los comercios de los EEUU.
La proliferación de billetes de dólar que circulan en la economía doméstica hace décadas es una razón por la cual conviven emisiones de distintas épocas. A partir de 2013, empezaron a circular por el mundo los más recientes dólares “cara grande”, con el rostro de Benjamin Franklin en la emisión de USD 100 con nuevas medidas de seguridad acordes al nuevo milenio.
Los billetes “cara grande” incorporaron una tira azul en 3-D situada en la parte frontal que contiene imágenes de campanas y números 100 que se mueven al inclinar el billete. Además, contienen una campana en el ya existente tintero que cambia de color cobre al verde al inclinar el papel.
Por ser más recientes y más difíciles de falsificar, los ahorristas los prefieren sobre las emisiones anteriores de billetes, más percudidos y con 25 años o más de pasar de mano en mano. Como es común que este efectivo se atesore por años, también sobrevuela el temor a que en algún momento caduque su vigencia por alguna disposición gubernamental en los EEUU y de la noche a la mañana puedan perder su valor.
¿Cómo reconocer un billete falso?
El billete de USD 100 tiene más medidas de seguridad para eludir falsificaciones, y hay cinco detalles principales del papel a tener en cuenta:
1. Textura: los billetes auténticos tienen una textura única, un poco áspera al tacto. Es un papel muy fino, mezcla de 25% lino y un 75% de algodón, con fibras de seguridad rojas y azules.
2. Banda de seguridad en 3D: al inclinar el billete puede advertirse un cinta de color azul que está tejida (no impresa) sólo en el frente del billete, y con el movimiento, el dibujo de campanas se transforma en el número 100, y viceversa. Son imágenes pequeñas en tres dimensiones, y forman parte de las características de seguridad que tienen los USD 100 desde 2013.
3. Campana y número: del lado derecho del billete hay una campana dentro de un tintero. Con la inclinación, esa campana cambia de color verde al cobre, y produce un efecto de que aparece y desaparece. También cambia de color verde al cobre el número 100, que es uno de los indicadores del valor del billete en el margen inferior derecho.
4. Marca de agua: la imagen “oculta” de Benjamin Franklin, político y uno de los Padres Fundadores de los EEUU, es una medida de seguridad que se mantuvo en los billetes de 2013. Se encuentra a la derecha del retrato principal y sólo se puede ver a contraluz.
5. Hilo de seguridad: ahora del lado izquierdo del billete, este hilo es fino y cuando el billete se coloca a contraluz, se puede ver la leyenda “USA 100”. Si se utiliza luz ultravioleta, esa cinta debería verse de color rosa.
Con información de Infobae.