07-09-2022
“En julio” había sido la última promesa de la administración municipal para los adjudicatarios. Este mes se cumple un año de la obra que debía terminarse en 6 meses.
La noticia es, una vez más, el silencio. El silencio ante consultas reiteradas respecto de un plan de viviendas que fue anunciado como “un antes y un después” en la política de viviendas y ya puede catalogarse, sin temor a equivocarse, de un rotundo fracaso, y más, de una vergüenza.
El plan de viviendas TUVI industrializadas comenzó a ejecutarse en el mes de septiembre de 2021 con un plazo estimado de ejecución de 180 días. Si bien toda obra admite que esos tiempos sean “revisados”, llama la atención que habiendo duplicado el mismo, aún se esté lejos de entregar las casas a los adjudicatarios.
Esos adjudicatarios que cumplieron con los requisitos para acceder a estas viviendas, que pagaron un monto superior al millón de pesos en concepto de anticipo financiero y que tuvieron que alzar la voz cada vez que pretendían tener alguna garantía con el proceso del que formaban parte: para que les extendieran el recibo, para firmar el contrato, para conocer cómo iba la obra, para que les permitieran visitarla.
El tema fue ampliamente cubierto por este medio _mediante 23 notas_ y también fue abordado en el Concejo Deliberante, donde se pidieron una serie de explicaciones que no fueron respondidas en forma satisfactoria. La más relevante, y a esta hora aún más, es qué tipo de experiencia tenía la empresa contratada para hacer la tarea y cuál era su respaldo técnico y financiero.
Verte tomó conocimiento que, ante las circunstancias actuales de tiempos que se siguen dilatando y explicaciones que no llegan a los adjudicatarios, concejales pidieron en más de una oportunidad ese expediente verbalmente. Ninguna respuesta hasta el momento.
A este panorama, la imagen de portada de esta nota _tomada hace pocos días_ vuelve ser contundente: no se modificó en nada el sistema de ensamblado de esas viviendas y se sigue dejando a la intemperie el material que ya presenta deformaciones a simple vista.
De 180 días de plazo inicial a una incertidumbre a la que ya nadie parece molestarle ni llamarle la atención. De 20 viviendas realizadas con el sistema “woodframing” a 14 viviendas edificadas con un sistema de dudosa certificación y cuyos materiales y procedimientos fueron duramente objetados por varios de los trabajadores que por allí pasaron. De un plan que iba a cambiar la historia a un plan que no puede terminarse. Quizás por eso el silencio.