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03-07-2023

"Cuando me enamoro de algo, lo doy todo"

Se presenta como Yenko y punto. Sin nombre ni apellido. Solo Yenko, el alter ego con el que se conoce a uno de los referentes locales de música urbana con más proyección de la escena actual.


Nadie conoce su nombre ni su apellido. Solo se sabe que le dicen Yenko. Su sola mención remite al artista olavarriense con mayor proyección en la música urbana. 

El olavarriense de 25 años camina paso a paso con un objetivo muy claro y ambicioso: "Ser campeón del mundo". Yenko cuenta que llegó al hip hop por un video de la final internacional de la competencia Red Bull del 2013. "Se enfrentaban "Dtoke" y "Stigma". “Yo siempre fui del palo del rock, del punk, del metal, de "la furia adolescente", y cuando lo vi rapear a "Dtoke", vi lo mismo", cuenta mientras se le forma una sonrisa nostálgica en su cara.

"Mi primera competencia rapeando fue en 2014. Vi a un amigo y dije: "Si él rapea, yo también". Y ahí arranque", contó.

El estilo freestyle, una suerte de "payada" sobre una base de música electrónica con tiempos y golpes muy marcados, se originó alrededor de los años 80 en Estados Unidos. En Argentina, más allá de que durante esa época y los años 90 los artistas musicales coquetearon con el género, no fue recién hasta hace unos años donde se volvió masivo y sus principales exponentes comenzaron a ostentar millones de reproducciones con sus canciones en internet.

"En mi casa, mi viejo escuchaba rock nacional y música clásica. Falleció cuando era chico. Uno de mis hermanos es del palo del rock nacional y de la cumbia y otro de la música electrónica. Tuve una hermana que fue medio rollinga y luego se pasó al rock nacional de los años 70. Mi mamá no es de hundirse en la música, la escucha de una manera más superficial. La pone de fondo y sigue con su vida", Yenko continúa viajando en los recuerdos.

En las competencias de freestyle se puede ver a contrincantes que se enfrentan de una manera muy hostil buscando la victoria a través de su retórica, rimas y velocidad mental. Muchas veces, las batallas se vuelven muy violentas y en algunas ocasiones, la violencia es física.



"Cuando yo arranqué, abundaba la violencia en las calles de Olavarría. En esos tiempos había varios grupos en la ciudad y no nos llevábamos bien. Allá por el 2014 había distintas tribus urbanas marcadas por estilos musicales. De repente, ibas a una joda y te arriesgabas a que alguno te quisiera cagar a puntazos. Por lo menos en el contexto en el que crecí yo. En el barrio siempre llegaba gente que se quería medir y yo ya estaba cansado, por eso me dedicaba a las MMA (artes marciales mixtas). Me concentraba en el deporte para ocupar el tiempo y evitaba estar cerca de los problemas de la calle. Hoy, con el freestyle quiero ser campeón mundial y con las MMA quería lo mismo. Cuando yo me enamoro de algo lo doy todo, voy a full. Quiero ser el mejor" cuenta Yenko, nuevamente con una sonrisa en su cara, mientras se acomodaba el cabello dentro de la gorra con sus manos.

Tanto las artes marciales como el freestyle tienen reglas muy claras. Si bien en el momento de la competencia la violencia es el ingrediente principal, cuando culmina ese momento, en la mayoría de los casos, abunda la camaradería y la generosidad con el rival. "Siempre lo digo. A mí me pasaba con las MMA. Arriba del ring odiaba a mi adversario, pero cuando bajaba lo amaba más que a nadie. Porque la persona que entrenó como yo, que sintió los nervios como yo y que recibió los golpes como los recibí yo, es él. En el freestyle es lo mismo y toda esa paliza luego termina con un abrazo" cuenta.

"Yo crecí en una familia rota, no quiero profundizar mucho en eso, pero crecí en una familia rota. No teníamos mucha unión. Yo estaba en una etapa muy jodida de mi adolescencia. Había pasado por doce escuelas. Era un pibe muy problemático. Estaba todo el día enojado. Además siempre fui un "rarito", me gustaban cosas que a los demás no y por eso me costaba relacionarme con mis compañeros. Ahora lo pude hacer, pero a mi forma" cuenta Yenko, mientras alrededor algunos jóvenes hacen "piruetas" con sus bicicletas, ya que esta charla íntima se realizó en el "Skate Park", uno de los lugares preferidos por adolescentes.

Si bien no pudo terminar la secundaria, remarcó que "Ama aprender, pero a su tiempo". "No leo lo que me dicen, leo lo que me gusta. Para mí la lectura no tiene que ser una obligación, tiene que ser un placer. También soy un obsesivo con saber qué significa todo. Por eso, cuando me cruzo con una palabra que me llama la atención y no la conozco, ya estoy buscando qué significa y viendo cómo la puedo usar".

Volviendo a sus inicios, detalló que, cuando él ingresó en el "mundo del freestyle", había otros referentes, pero que por un tema generacional no hubo mucha relación. "En ese momento la policía estaba brava. Nos paraban todo el tiempo. Creo que a nosotros, y a los pibes con visera, con piercing, con tatuajes, no nos querían en el centro. Querían que estemos en la periferia. Ahora cambió un poco porque el freestyle tuvo un auge. Cuando se hacen más conocidos “Duki” o “Wos” y la movida del freestyle creció, ahí se podría decir que nos dejaron de molestar" manifestó.

"Mis referentes son campeones mundiales de freestyle, quiero ser campeón del mundo. Mi camino es Red Bull Batalla. No me interesa nada más". Yenko viste con orgullo una remera con el logo de la reconocida competencia y recuerda su primer paso por el certamen: "La primera vez que estuve en la Red Bull fue contra “La Joaqui” y vomité siete veces de los nervios. “La Joaqui” es una de las primeras personas que me abrió las puertas y es una artista increíble".

"Creo que me costó conectar con la sociedad. Es por eso, que a veces me tiran buena onda, pero otras hay mucho "hate" (comentarios negativos)". En esa misma línea, reflexiona: "Entendí que el mundo del freestyle no se maneja tanto por el nivel. La gente busca un representante. La gente todo el tiempo busca algo que los identifique. En la vida, en el deporte o en el arte. Y yo represento a un guacho de la calle que decidió convertirse en mochilero porque no tenía los ingresos como para viajar. Aprendí y me curtí".

"A la hora de escribir, voy por ese lado y por otros. Apelo a eso y también voy por otros lados. Me he encerrado, por ejemplo, en la biblioteca para leer. Eso, para batallar, es fundamental. Porque a la hora de pelear no puedo ir por el lado básico. A veces las usas y a veces no, pero a la gente le gusta que tengas herramientas".

"Yo tengo entendido que en el mundo del freestyle tenés que hacerte ver. Clavar momentos virales y varias cosas más. No es solo talento y nivel. Se buscan personajes. Y eso lo tengo claro. Y además, sé que no solo puedo quedarme con el freestyle, tengo que hacerme ver por otras cosas".

Por último, Yenko confesó que su próximo proyecto es viajar de mochilero por Latinoamérica. "En la última Red Bull perdí y eso me hizo replantearme muchas cosas. Tengo que seguir mejorando si quiero ser el mejor del mundo”.

“Me hice un entrenamiento nuevo y estoy buscando mis puntos fuertes” señaló decidido Yenko, y agregó que “por eso estoy planificando este viaje. Tengo miedos también, pero sé que es lo que necesito. Yo voy por la gloria, quiero ser campeón mundial. Si hoy aparece un “genio de la lámpara” y me da la opción de ser campeón y morir pobre, sin dudas elijo ser campeón. El mundo está hecho para los que se arriesgan, quiero quedar en la historia".


 

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