18-10-2023
No descansar correctamente repercute directamente en el desarrollo normal de las actividades diarias, produciendo dolor de cabeza y déficit de atención.
Descansar de una manera correcta es tan importante para la salud como lo es comer, hacer ejercicio y evitar actividades que pongan en peligro ese equilibrio, como fumar o beber alcohol en exceso. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) al menos el 40% de la población mundial tiene inconvenientes para dormir de forma óptima y en la última década, esta situación se duplicó.
Hay diferentes tipos de trastornos, que van desde problemas para conciliar el sueño como el insomnio, hasta el extremo opuesto, que son aquellos que generan dificultades para permanecer despierto, como es el caso de la hipersomnia. En medio, están las conductas que interrumpen el normal desarrollo del descanso como la apnea, ronquidos, sonambulismo y terrores nocturnos.
Alejandra Heriz, neuróloga que tiene su consultorio en la ciudad de Olavarría y ha tratado diversas enfermedades, dialogó con Verte acerca del trastorno del sueño, una problemática que según los especialistas ha crecido en el último tiempo, afectando a jóvenes y adultos.
Una particularidad de este tipo de alteración en el sueño es que muchos de sus síntomas se sienten en el día a día y pueden pasar desapercibidos, ya que pueden ser confundidos con otras afecciones porque son comunes. Cansancio durante el día, presión alta, dolor de cabeza matutino y problemas para concentrarse son los más frecuentes.
“Vienen muchos pacientes que me dicen que duermen 8 horas sin despertarse pero se levantan cansados, y cuando le preguntas si tienen algunos de estos síntomas te dicen que sí” explicó la profesional, dando cuenta de que en muy pocas ocasiones se le atribuyen al síndrome del sueño.
Dejando de lado a la narcolepsia y el insomnio, que son las afecciones que tienen los síntomas más marcados como problemas para dormir de un lado y sueño en exceso por el otro, contó que otro de los trastornos más comunes y, que en muchas ocasiones las personas desconocen que lo sufren, es la apnea.
Dormir no es igual a descansar
Durante la noche, se experimentan distintas fases del sueño, que van desde el momento en que una persona se queda dormida hasta momentos antes de despertar. “Durante la fase de sueño profundo, las personas que sufren apnea tienen pausas en la respiración que generan que se corte esa etapa y vuelvan a un sueño más liviano” señaló Heriz, y agregó que “esto hace que aunque se duerman 8 o 9 horas pero que no haya un sueño reparador”.
Las causas para la aparición de esta problemática son el sobrepeso en primer lugar, pero también hay rasgos anatómicos que hacen que cualquiera la pueda experimentar. Durante la apnea, la lengua se relaja y obstruye las vías aéreas, generando las pausas respiratorias que pueden ir desde un segundo hasta los treinta.
“La particularidad que tiene es que la mayoría de las personas no se despiertan durante estas pausas, que tampoco son peligrosas por sí mismas, por lo que no se dan cuenta que sufren apnea” comentó la neuróloga.
El estudio que se realiza para determinar si un paciente sufre de apnea es una polisomnografía. Consiste en una máquina con una mascarilla que controla la cantidad de veces que se corta la respiración durante la noche, y de este modo, el profesional podrá determinar el grado de apnea.
“El tratamiento muchas veces es rechazado por los pacientes, es un mini compresor que se llama CPAP. Todas las noches al dormir tienen que ponerse una mascarilla que genera presión positiva” indicó Heriz, pero sostuvo que una vez que lo ponen a prueba “sienten como cambia su calidad de vida y lo aman”.
Por otra parte, enfatizó en que si bien no es algo peligroso, a largo plazo puede tener consecuencias más severas debido al corte de oxígeno hacia el cerebro y el corazón. “Puede ser un factor de riesgo cardiovascular y si va acompañado de hipertensión, diabetes y sedentarismo más aún” aclaró.
La importancia de descansar correctamente
La profesional hizo hincapié en los beneficios que tiene un descanso óptimo, destacando que “las personas se sienten más aliviadas, con ganas de hacer cosas, sin dolores de cabeza y todos los otros síntomas que tiene dormir mal mencionados anteriormente”.
Una de las consecuencias más importantes que mencionó fue el déficit de atención producto de un mal descanso y explicó que “se ha demostrado con los médicos de guardia que no duermen, se les hizo un estudio antes y después, demostrando que todos los aspectos cognitivos estaban decaídos”.
La neuróloga contó que luego de la pandemia se incrementaron los casos por los cambios en la higiene del sueño, que consiste en “acostarse siempre a la misma hora, preparar el momento de dormir dejando las pantallas y luces dos horas antes, comer temprano y hacer ejercicio durante el día”.
“Todos estos comportamientos son necesarios para descansar de forma correcta y disfrutar más de los días, sin dolores de cabeza e irritación” finalizó Heriz.