28-04-2024
Accidentes, explosiones e intoxicaciones son los percances más comunes con los equipos a gas. Franco Schneider, gasista matriculado, dialogó con Verte y explicó qué hay que tener en cuenta.
La irrupción del otoño y la llegada inevitable de las bajas temperaturas durante los próximos meses hizo que muchas personas hayan encendido la calefacción a gas en sus hogares, mientras que otros aún resisten y alargan el inevitable momento.
Los últimos días en Olavarría han sido fríos, con temperaturas mínimas por debajo de los 7° centígrados.
En las próximas jornadas los vecinos y vecinas de la Ciudad continuarán poniendo a trabajar los calefactores, hornos y pantallas para resguardarse de las bajas temperaturas.
Frente a este escenario, Verte dialogó con Franco Schneider, gasista matriculado N° 71934961, para conocer las precauciones que se deben tener en cuenta a la hora de volver a prender los equipos a gas y cómo saber si todo funciona correctamente.
“Lo primero que se tiene que hacer antes de utilizar un equipo inactivo desde el pasado invierno, especialmente calefactores, es llamar a un gasista matriculado para que realice una limpieza y controle que la ventilación esté funcionando de manera adecuada, arrojando el monóxido de carbono hacia el exterior”, indicó el profesional.
Una clara señal es la famosa ‘llama amarilla’ o anaranjada que suele verse en los artefactos a gas. “Ese color indica que no está funcionando de manera óptima y debe realizarse una limpieza”, explicó Schneider.
Una mala combustión genera monóxido de carbono, un gas incoloro e inoloro que puede generar graves consecuencias para la salud, incluso la muerte. Por esto, sostuvo que “la llama siempre debe ser azul”.
De este modo, el gasista indicó que “es imprescindible realizar inspecciones en todos los artefactos de un hogar periódicamente para controlar la ventilación, caños flojos y limpieza”.
La ventilación, clave para evitar intoxicaciones
Uno de los puntos claves para no sufrir consecuencias en la salud por el uso de los equipos a gas es la correcta ventilación en los ambientes donde funcionan.
“En la cocina siempre debe haber colocadas rejillas de ventilación, mientras que los calefactores todos tienen su sistema propio para eliminar el monóxido”, contó Schneider.
En este sentido, agregó que “siempre hay que constatar que esas salidas no estén obstruidas y funcionen bien, sobre todo la de los calefactores”.
Este apartado puede ser la clave para no sufrir una intoxicación en caso de una mala combustión o una pérdida de gas en el hogar.
Otra recomendación que el gasista consideró fundamental es que “los calefactores de los dormitorios en las noches siempre se deben poner en piloto, no importan las circunstancias”.
Por otro lado, Schneider habló acerca del uso de las famosas ‘pantallas estufa’ que son altamente utilizadas con gas envasado y natural.
“Lo recomendable es que cuando salgan a hacer un mandado, se vayan a dormir o no estén cerca, se apague. En caso de pantalla con gas natural, las indicaciones son las mismas, sumado a que en el ambiente donde está la pantalla debe haber alguna rejilla de ventilación debido al monóxido de carbono”, remarcó acerca de la utilización.
Estos equipos pueden causar incendios y quemaduras graves si no se colocan en los lugares adecuados o no se manipulan correctamente. Las llamas pueden alcanzar cortinas, camas o muebles cercanos.
“Cuando hay niños cerca hay que extremar los cuidados”, enfatizó.
El gasista expresó que suele ser habitual “llegar a tu casa después de no haber estado durante todo el día y sentir olor a gas”. En esos casos, las acciones que se deben tomar son: no encender la luz ni ningún artefacto eléctrico y cortar el suministro de luz porque se puede generar una explosión.
Posteriormente recomendó “ventilar por unos minutos el hogar abriendo las puertas y las ventanas, mientras tanto corroborar que no haya ninguna llave de gas abierta o que se haya apagado algún equipo”.
“En caso de que esté todo correcto y siga habiendo olor hay que llamar a un gasista para que haya las pruebas correspondientes” sumó el profesional.
Un matriculado
“Lo ideal es que todos los trabajos sean realizados por gasistas matriculados, porque son quienes están certificados por Camuzzi y tienen en cuenta todas las precauciones de seguridad”, sostuvo Schneider.
“Es la única manera de que las personas se queden tranquilas de que fue una persona capacitada la que realizó la obra” explicó.
Además, contó que son muchas las situaciones en las cuales por contratar a gasistas no matriculados: “Nos encontramos con trabajos que fueron realizados con productos que no están aprobados por la entidad correspondiente”.
Por último, indicó que “es de vital importancia controlar los equipos porque una intoxicación puede ocurrir en cualquier momento y no te das cuenta”.
Cómo identificar una posible intoxicación por monóxido de carbono
En épocas de frío es normal que los ambientes tengan tendencia a estar cerrados y con menos ventilación de lo habitual, debido al uso de la calefacción y de esta manera evitar ‘que se pierda el calor’.
Como consecuencia se vuelven recurrentes las intoxicaciones por monóxido de carbono, que en muchos casos pueden llegar a ser mortales, como sucedió en Olavarría a mediados del año 2019, cuando una mujer perdió la vida debido a una acumulación de este gas.
En 2023, hasta el mes de agosto, se registraron cinco casos sin víctimas fatales.
El monóxido es un gas inodoro, incoloro, insípido, no irritante y altamente tóxico, por lo que es imposible identificarlo en el ambiente.
La aparición de manchas, tiznado o decoloración de los artefactos o alrededor de ellos puede ser aviso de combustión incompleta y de generación de monóxido de carbono.
Esta problemática puede darse con equipos con instalaciones de gas y también con combustión a leña como salamandras y braseros.
En caso de envenenamiento, las personas comenzarán a sentir ciertos síntomas que deben tomarse como una alarma: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, falta de aire y palpitaciones, desmayos, convulsiones y mareos.
Actuar rápidamente es primordial. En caso de intoxicación, los primeros auxilios deben ser: hacer una rápida intervención que favorezca la respiración y sacar al afectado fuera del ambiente contaminado.
Otra de las recomendaciones es llamar a emergencias para que se trasladen de inmediato al lugar, recostarla cómodamente y mantenerla abrigada.
Si no puede respirar por sí sola, aplicar respiración artificial hasta que se la pueda trasladar a un centro asistencial.
La ventilación y mantenimiento periódico de los equipos es el principal método para evitar estos accidentes y debe ser realizado por un gasista matriculado.