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Deportes Maestro, padre, hermano

06-05-2024

Maestro, padre, hermano

El “Flaco” Menotti tuvo una estrecha relación con Olavarría. Sus vínculos con Fatiga Russo, Abelardo Carabelli y Hugo Alves; sus escapadas para venir a cazar en un campo de la zona.

Foto: Fatiga Russo, con César Luis Menotti y Omar Larrosa después de un partido del fabuloso equipo de Huracán de 1973.


El domingo falleció el hombre que un día de 1974 entró al edificio de la calle Viamonte y cambió al fútbol argentino para siempre.


La selección nacional venía de un nuevo papelón en el Mundial de Alemania; sostenía su grandeza en la gloria de los años ‘30, ‘40 y ’50; seguía promoviendo muy buenos jugadores y sus clubes solían ganar esas primeras Copas Libertadores manchadas por violencia y sospechas de todo tipo.


Desde que César Luis Menotti se calzó el buzo de entrenador de la selección argentina provocó un giro copernicano sin el cual no hubiesen existido Maradona, ni Messi, ni los títulos de 1978, 1986 y 2022, ni las dos medallas olímpicas, ni los 6 campeonatos mundiales juveniles, ni las decenas de estrellas que inundaron desde entonces el firmamento del fútbol mundial.


Menotti les dio organización a las selecciones nacionales; defendió y puso en valor a capa y espada un estilo tantas veces bastardeado; convenció a los futbolistas de que se podía competir en pie de igualdad con las grandes potencias europeas, hizo hincapié en el valor de fortalecer la formación de juveniles.


De Francisco Russo fue su hermano mayor. Ambos nacieron en Rosario, ambos vieron la luz el 22 de octubre. “Estaba en la cancha viendo el partido de Municipales cuando me llamó Fernando (Signorini) para decirme lo del Flaco” contó apesadumbrado “Fatiga”, su embajador dentro de la cancha en el fabuloso Huracán campeón del Metropolitano de 1973.

 

Fatiga Russo fue una de las piezas en el primer paso del nacimiento de la nueva selección argentina, cuando lo eligió como el "5" en el partido inaugural de su ciclo, el 12 de octubre de 1974, ante ·España en el estadio Monumental. 
 


“Estábamos al tanto de sus problemas de salud; mientras miraba el partido de Municipales no podía dejar de pensar en eso” contó el coordinador del fútbol del club gremial. “El me conocía de haberme visto jugar en Central Córdoba y me llevó a Huracán” recordó.


Entre el Flaco Menotti y “Fatiga” Russo no sólo hubo una coincidencia absoluta en el gusto futbolístico, en el look y hasta en la forma de hablar. También en la forma de andar por la vida y eso los llevó a una amistad que trascendió los dos o tres años de la relación DT - futbolista.


“Cada vez que iba a Buenos Aires nos juntábamos con el ‘Flaco’ a tomar un café en el bar de Suipacha y Paraguay y del equipo del ’73 yo era el único que participaba en las comidas en su casa con Mauro Navas, Cacho Rodríguez, con Fernando Signorini” relató Fatiga.

 

Recordó todos esos años que, aprovechando las relaciones que había logrado "Fatiga" a través de cuatro décadas en Olavarría, el “Flaco” Menotti se daba una vueltita por la Ciudad para venir a cazar en un campo de la zona.

 

Después compartían un asado con amigos y admiradores invitados que no querían perder la chance de hablar un rato de fútbol durante la sobremesa con un prócer de la pelota.


Abelardo Carabelli conoció César Luis Menotti en el invierno de 1978 en la desaparecida cancha de San Lorenzo de Almagro, en la primera citación para la selección juvenil que iniciaba su preparación con vistas al campeonato Sudamericano a disputarse durante el verano de 1979 en Montevideo.
 




“A mí me tocó vivir una parte tan linda de mi vida con él… Fue sin dudas mi maestro, me hizo ver el fútbol y la vida desde otro lugar con valores que hoy por hoy uno trata de transmitirles a los jóvenes” rescató Abel, quien en toda la charla siempre estuvo al borde del llanto.


“Además de sentirlo con un gran maestro, lo siento como mi papá. Teníamos una relación muy cercana, que se profundizó aún más desde que empecé a trabajar en la escuela que lleva su nombre. Cada tanto le mandaba un mensaje y él enseguida me contestaba, con ese sentido de la paternidad que tenía conmigo” reveló Carabelli.


“Los recuerdos son tantos que es difícil en este momento poner a algunos por encima de otros” dijo, aunque enseguida recuperó esas imágenes “cuando se acercaba, nos tomaba del hombro con esa manera tan paternal de decir las cosas”.


“Todos los del juvenil del 79 sabíamos que estaba atravesando un momento duro, en un momento se había recuperado y este domingo nos enteramos de esta noticia tan triste para nosotros y para todo el fútbol argentino” señaló Abel.
 


Otro olavarriense de una relación muy cercana con César Luis Menotti fue Hugo Alves. Lo hizo sub capitán detrás de Diego Maradona del equipo campeón Mundial juvenil de 1979 y lo llevó a la pretemporada de la selección que se preparaba para el Mundial de España en 1982.

 

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