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27-05-2024

Compleja situación de los comedores locales frente al aumento de asistencia

Referentes de merenderos sociales conversaron con Verte sobre la actualidad de los espacios. “La falta de mercadería implica menos entregas semanales”, detallaron.

 


Los comedores y merenderos sociales son una de las iniciativas más recurrentes en los barrios populares para que las familias puedan acceder a un plato de comida, y Olavarría no es la excepción.


Las sociedades de fomento, juntas vecinales y residentes particulares de distintos barrios de la Ciudad son, en la mayoría de los casos, quienes llevan adelante estas acciones.


Esther Vivas, encargada de ‘Mi Rincón Feliz’ en el barrio Hipólito Yrigoyen, Carlos Ageloff del merendero ‘Conquistando Sonrisas’ en el barrio 104 Viviendas y Mía Urbina, impulsora de ‘Romaa’ en barrio La Isaura y Eucalipto, dialogaron con Verte sobre la actualidad de estos espacios frente a la crisis económica que golpea a las familias olavarrienses.


“Nosotros tenemos merendero y comedor, pero en el último tiempo se ha complicado mucho para poder cumplir con todos los que se acercan”, comenzó relatando Esther sobre el delicado momento que atraviesa ‘Mi Rincón Feliz’ debido a que “es muy poca la mercadería que nos mandan”.


En la misma sintonía, “la situación es complicada” remarcó Carlos acerca de su merendero en el barrio 104 Viviendas. “La cantidad de gente que asiste está aumentando cada vez más y se hace difícil poder abastecer a todos”, explicó.


En cuanto a la mercadería, indicó que a pesar de que el espacio solidario cuenta con más de tres años de existencia, hace sólo dos meses reciben asistencia por parte de la gestión municipal y que “durante el gobierno local anterior nunca habíamos recibido ningún tipo de ayuda” en cuanto a mercadería u otros servicios para asegurar el funcionamiento de ‘Conquistando Sonrisas’.


Abre sus puertas tres veces a la semana. Los lunes y viernes las familias se acercan al lugar para llevarse la cena caliente a sus hogares y “por lo general esas viandas son para toda la familia”, comentó Carlos.


En mitad de la semana, los miércoles, el espacio en el que trabajan cinco personas abre sus puertas para brindar una merienda a los niños del barrio y zonas cercanas. “Solemos dar chocolatada y arroz con leche en general, y acompañamos con pan o galletitas que nos donan vecinas y comercios”, acotó.


En el barrio Hipólito Yrigoyen, alrededor de 25 familias asisten cada sábado y domingo para retirar su porción de comida y llevarla a sus hogares. Esther explicó que hace unos meses también brindaba meriendas hasta tres veces en la semana, pero tuvo que dejar de hacerlo porque “me dejaron de mandar la leche, el cacao y el azúcar, por lo que se hizo insostenible”:


Sobre el origen de la mercadería, resaltó que desde el cambio de gobierno a nivel nacional no ha recibido alimentos y desde Provincia “es muy poco lo que mandan. Cómo máximo lo puedo estirar hasta dos semanas y el resto del mes tengo que poner de mi bolsillo o pedir donaciones”.


“Son 25 familias numerosas que todos los fines de semana vienen y no puedo dejarlas sin sus viandas, siempre busco la manera de darlas”, sentenció.


Mientras tanto, en el barrio La Isaura desde hace un mes y medio comenzó a funcionar el merendero ‘Romaa’ por iniciativa de las adolescentes Meli y Mía debido a que “empezamos a ver situaciones muy tristes, entonces nos organizamos y como nuestros padres solían brindar ayuda teníamos alguna idea. Así fue que surgió”.


“No recibimos ayuda desde ninguna parte del gobierno, cuando fuimos a hablar nos dijeron que nos iban a llamar y hasta ahora nada”, sostuvo Mía y explicó que los alimentos y productos para el funcionamiento los obtienen a base de rifas, sorteos, donaciones e incluso de su propio bolsillo.


A pesar de su corta existencia, la colaboradora contó que la concurrencia de niños ha aumentado en un 15% y que también “vienen de otros barrios”. El espacio está destinado a niños desde los 4 hasta los 17 años.


En sus inicios funcionaba todos los días de la semana, pero debido a complicaciones con los lugares donde se alojan “hoy en día estamos los miércoles en barrio La Isaura y los martes en Eucalipto”.


Acerca de los espacios, indicó que en el primer barrio cuentan con todo lo necesario, incluido un baño, pero que la situación es totalmente inversa en Eucalipto: “Ahí estamos en una casa particular, pero a veces no podemos estar ahí porque la familia no está disponible como nos sucedió este último martes”, comentó Mía.


Sin embargo, asisten a 78 niños e incluso “podemos festejar los cumpleaños y ayudarlos con las tareas escolares, que es algo que notamos que algunos no hacían en sus casas”.


En esta línea, resaltó la importancia de contar con un lugar propio y no solo ofrecer una vianda para los niños, sino también abarcar otras áreas cómo la educación y los juegos.

 

Todos los referentes consultados por este medio coincidieron en que la situación económica actual ha aumentado la cantidad de familias que asisten en búsqueda de viandas y que esta clase de espacios son de vital importancia para que “todos tengan derecho a un plato de comida”.
 

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