Las posibles consecuencias del uso excesivo de auriculares

La pérdida de audición temprana y zumbidos en el oído, cada vez más presentes. El otorrinolaringólogo Sebastián Guiles explicó los efectos adversos de la exposición indiscriminada a volúmenes altos.

Escuchar música, un pasatiempo que una gran cantidad de personas hacen a diario y que los acompaña mientras trabajan, estudian o descansan de la rutina diaria.

Los auriculares suelen ser los fieles compañeros para reproducir las canciones en el transporte público y la calle, pero como dice la frase “todo en exceso es malo”, utilizarlos por muchas horas a volumen muy alto puede traer consecuencias negativas para la audición.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un estudio publicado en 2022 existen alrededor de mil millones de personas con edades entre 12 y 35 años que están en riesgo de perder parcial o totalmente la audición debido a la exposición prolongada a ruidos muy altos.

“La audición se divide en tonos graves y agudos, siendo los segundos los primeros en perderse con el paso del tiempo”, comenzó explicando el otorrinolaringólogo Sebastián Guiles a Verte, respecto a la disminución de la escucha con el paso de los años.

Si bien el profesional indicó que la pérdida de audición es normal en edades avanzadas, el uso de dispositivos de audio personales y la asistencia a lugares como bares y conciertos “acelera el deterioro, afectando el nivel de vida en distintas esferas”.

Utilizar auriculares por varias horas al día con un volumen excesivo y en repetidas ocasiones genera un gran daño. “Desde la llegada de los in ear los jóvenes los utilizan más tiempo y están más expuestos a estas consecuencias”, destacó.

Todos estos estímulos que afectan a los tonos agudos del oído se denominan ‘traumas acústicos’ y según Guiles con el tiempo “se pueden generar, entre otras cosas, acúfenos o tinnitus”.

Esta condición, comúnmente conocida como ‘zumbidos en los oídos’ se trata de escuchar justamente un zumbido constante en uno o ambos canales auditivos, aún cuando todo está en silencio.

Es un sonido interno, que no escuchan otras personas y generalmente está asociado a la pérdida de audición relacionada con una lesión interna del oído.

“La mayoría de los pacientes que asisten a una consulta no se dan cuenta que tienen pérdida de audición, pero sí notan que empiezan a escuchar un sonido todo el tiempo”, resaltó Guiles. El otorrinolaringólogo sostuvo que muchas personas sufren esta condición pero que “cuando comienza a interferir en la vida cotidiana, generando dificultades para concentrarse o realizar tareas se vuelve mucho más grave”.

Además, comentó que estos zumbidos están siempre acompañados por la pérdida auditiva que empeorará con el pasar del tiempo.

Los primeros signos de alarma, según la Organización Mundial de la Salud son: poner el volumen de la televisión más fuerte que antes, pedir a otras personas que hablen más alto y no distinguir claramente voces en lugares algo ruidosos.

El diagnóstico se realiza mediante una audiometría, que evalúa los daños causados por los fuertes sonidos y determina qué tan severa es la condición del paciente.

Un dato alarmante que remarcó el profesional de la salud es que el daño causado por un trauma acústico es “irreversible” debido a que “no se puede volver a un nivel de audición normal porque hay un nervio que no funciona como debe ser y va perdiendo eficacia”.

Acerca de un tratamiento para la tinnitus, explicó que si bien no hay una cura, existe un tratamiento llamado Terapia de Reentrenamiento del Tinnitus (TRT) que se basa en la exposición a ruido blanco “para distraer al cerebro y dejar de escuchar ese molesto zumbido, que va a seguir ahí pero será ignorado”.

Sobre el uso de dispositivos de sonido como auriculares en niños, el otorrino hizo énfasis en que “no hay que exponerlos de ninguna manera” y lo comparó con las pantallas: “Cuando estás mirando algo forzas la visión y con la audición pasa lo mismo, se genera un deterioro temprano”.

La prevención es clave

Si bien la pérdida de audición es algo normal en edades avanzadas, su aparición en jóvenes puede prevenirse con ciertos cuidados y moderación en el uso de auriculares.

El volumen y el tiempo de uso son los dos factores determinantes para evitar un daño auditivo futuro, y por eso los especialistas recomiendan no utilizarlos a más del 60% del volumen y más de una hora al día.

Por esto, en la actualidad un gran porcentaje de dispositivos cuentan con una advertencia para los usuarios sobre las consecuencias de sobrepasar cierto volumen.

Además, también hay que tener en cuenta el tipo de auricular. Los que se introducen dentro del canal auditivo son los que más riesgo de generar una lesión tienen, mientras que los que se colocan por fuera son los recomendados.

“Mientras el uso sea controlado y con conciencia, obvio que se pueden utilizar, porque todo el mundo lo hace, el problema es cuando no hay ningún tipo de cuidado al hacerlo”, finalizó Guiles.