Tu abrigo me abraza: la iniciativa para proteger a perros callejeros del frío

Liliana Rivasyo es quien está detrás del grupo que brinda capas y collares identificativos para los perros sin hogar de la Ciudad. Repasó los comienzos y la satisfacción de encontrarles familias.

El crudo invierno se hizo presente en Olavarría desde hace varios días, con temperaturas mínimas que llegaron alrededor de los -5 grados y sensaciones térmicas por debajo de los -8.

La ola polar no dará tregua en los próximos días, con temperaturas heladas pronosticadas para lo que resta de la semana y una alerta roja por frío extremo, el tiempo puede provocar efectos adversos en la salud de todas las personas y animales, incluso a los saludables.

Con un panorama similar fue que hace un año Liliana Rivasyo comenzó con su proyecto para brindarles a los perros que están en la calle, principalmente en la zona del parque, hospital, centro y otros puntos de Olavarría, ropa para pasar los días de bajas temperaturas.

“Arranqué porque veía muchos perritos con frío, haciéndose un bollito y refugiándose en cualquier lado”, explicó Liliana sobre los inicios de ‘Tu abrigo me abraza’ para abrigar y dar un colchón a los animales que no cuentan con un techo.

Al principio, se trató de recolectar chalecos o capas de mascotas que ya no las utilizaban para darles un nuevo uso. “Buscaba con amigos, conocidos o a través de Facebook para los animalitos de la calle”, comentó.

Al poco tiempo creó un grupo en la red social donde el objetivo no era recaudar más prendas, sino que “lo que yo quería era agradecer a quienes donaban y mostrar hacía dónde iban esas cosas”.

Una de las primeras dificultades que atravesó Liliana fue que al poco tiempo, los perros aparecían sin su abrigo. “Cuando les hacía el seguimiento o los volvía a ver me daba cuenta que alguien se lo había sacado, entonces tomé la decisión de sublimarlos con el logo del grupo, para que se note a quien estaba dirigido”, expresó.

También les coloca un collar amarillo con su número de teléfono y el nombre, para llevar un control de cada uno.
Sobre este comportamiento por parte de vecinos de la Ciudad, expresó que “sacarle la ropa a un perrito que vive en la calle me parece algo horrible. Uno los deja abrigados porque no puede darles otro refugio u hogar y alguien va y le saca lo único que tiene”.

Mientras tanto, el objetivo de recaudar dinero para continuar con la iniciativa comenzó a llevar a Liliana por distintas actividades como la creación de almanaques, por ejemplo.

“No solo es para las capas, sino que también es para la castración, medicamentos, postoperatorio y alimento para todos los que les hacemos seguimiento”, contó y agregó que el esfuerzo es “muy grande”, pero “ver que algunos consiguen familia y están bien te da fuerzas para seguir”.

Ahora, para continuar solventando los gastos, comenzó a vender diferentes productos para las mascotas como colchones, capas, correas, collares y demás elementos.

“Es una manera de seguir sin pedir dinero ni cuota”, enfatizó la vecina. Las ventas se realizan a través de las redes sociales y también en ferias donde se presenta para seguir con la recaudación de fondos.

Liliana los llama “perros comunitarios” debido a que según su visión “no existe el perro de la calle sino ‘el perro en la calle’, además de que son muy cariñosos y ya pertenecen a la comunidad, hay muchos vecinos que les dan de comer y juegan con ellos”.

A los canes se los puede observar por diferentes puntos de la Ciudad con sus capas de color gris, bordó y verde, junto con sus collares amarillos que llevan su nombre.

Otro de los objetivos de la iniciativa es encontrarle una familia. “Hasta la fecha logramos seis adopciones de perros que nunca habían tenido un hogar que no sea la calle, y conseguirles eso para nosotros es una emoción muy grande”, expresó.

“Siempre buscamos una adopción responsable porque vienen de pasarla mal en la calle y no es la idea que sigan así, o que quede como que nos descartamos de un perrito, lo cuidamos de la mejor manera posible y hacemos seguimiento de cada uno”, detalló Liliana.

Por último, la vecina sostuvo que el único objetivo es “ayudar a que todos puedan conseguir un hogar, y mientras tanto que vivan de la mejor manera posible. Todos están castrados, desparasitados, vacunados y bien alimentados gracias al esfuerzo no solo mío, sino de muchos otros vecinos que también se preocupan por los perritos en situación de calle”.