09-09-2024
La experiencia ocurrió en la Escuela Secundaria 17 de Sierra Chica e involucró a los alumnos y parte de sus familias. La palabra de la psicopedagoga Lourdes Aranaga.
A partir de la lectura de la novela “Encuentro con Flo” de la escritora Laura Escudero, alumnos de primer año de la Escuela Secundaria 17 de Sierra Chica fueron convocados a pensar sobre el envejecimiento de las personas más cercanas y todo lo que ello despierta en los más jóvenes.
Formaron parte de este proyecto la Profesora Pamela Sandoval, la Maestra de Inclusión Martina Occhi (IDEO) y la psicopedagoga Lourdes Aranaga. En diálogo con Verte, Aranaga explicó que a partir de su trabajo cotidiano con personas mayores, decidió sumarse a este proyecto.
En primer lugar, detalló que hubo una charla sobre el rol profesional que cumple junto a las personas mayores, cuáles son los tipos de envejecimiento, óptimo, patológico, y, explicó, “me centré en la enfermedad de Alzheimer”.
“Como doy talleres de estimulación cognitiva en la Biblioteca Amoroso y en Colonia Hinojo, también sumé a los talleristas a esta experiencia”.
La idea fue articular todo a través de la novela “Encuentro con Flo” que los alumnos habían leído. “Esta obra cuenta la historia de un adolescente y su abuela que transita una etapa ya demencial de la enfermedad de Alzheimer. La novela trata sobre eso, de cómo pudieron acceder a cuestiones del pasado de la abuela, y cómo la chica se va dando cuenta que su abuela fue joven, tuvo deseos y cosas que le interesaban hacer”.
En el segundo momento del proyecto, “tomamos todo lo que se habló en la charla sobre envejecimiento y los estudiantes pudieron hablar de cómo se movieron sus percepciones sobre ese proceso. Qué ideas y percepciones traían sobre eso y cómo se transformaron luego de la charla y la lectura”.
La psicopedagoga cuenta entonces que “en la novela, la protagonista se va de vacaciones con su abuela y en un momento, se pusieron a fabricar conservas frutales. Pensamos en emular esa idea y gestar una jornada laboral, a través de la fabricación de alimentos y sumar a aquellos mayores que pudieran y quisieran venir”.
“Pensamos en una técnica que se mantenga en el tiempo: el amasado y corte de pastas con palote y cuchillo. Esa jornada fue el pasado martes y nos reunimos con la gente de los talleres, los chicos y sus familias e hicimos las pastas que se llevaron a sus casas”.
Además, contó que el grupo del taller de estimulación cognitiva pintó juegos de mesa de madera que les regalaron a los mayores y los chicos escribieron cartas y señaladores para ellos.