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Información General “Hay que pensar y planificar urgente obras en el arroyo”

06-10-2024

“Hay que pensar y planificar urgente obras en el arroyo”

Marcelo Latorre, exconcejal y licenciado en geografía dialogó con Verte sobre los derrumbes en las laderas del Tapalqué. Uno de los sectores más afectados se ubica entre Hornos y Coronel Suárez.

 

Los derrumbes en las barrancas del arroyó Tapalqué son una problemática que no es nueva en la Ciudad, sino que contrariamente, es uno de los escenarios más recurrentes luego de temporadas de intensas lluvias en Olavarría, como lo fue el verano pasado.


En los últimos meses una imágen que ha causado impacto en la población local es el desprendimiento en una de las laderas del arroyo, específicamente en el sector entre Hornos y Coronel Suárez.


Cabe destacar que la barranca en ese sector del arroyo ya sufrió otros episodios similares. El primero fue en 2015, en 2017 el muro de piedras, similar al que se encuentra del otro lado del puente, volvió a desplomarse. En 2019 luego de intensas lluvias el terreno volvió a ceder, arrastrando el mirador que allí se encontraba y este año nuevamente hubo desprendimientos de grandes porciones de tierra.


Marcelo Latorre, licenciado en geografía y exconcejal, con una larga trayectoria en temas ambientales en Olavarría y la zona dialogó con Verte sobre las razones de estos derrumbes, tanto naturales como por la mano humana, y expresó que “las laderas parecen estables y estáticas pero forman un sistema dinámico y los movimientos son pequeños y lentos”.


Entre los factores ambientales, destacó el aumento del cauce, el viento, las precipitaciones y la inclinación de las pendientes.


“El material de ese sector es limoso con arcilla que no está bien consolidada, son rocas muy débiles que con una pequeña fuerza impulsora como las pendientes pronunciadas pueden desencadenar aludes”, expresó.


Del mismo modo, indicó que la vegetación es fundamental para evitar los derrumbes ya que las raíces brindan fuerza al suelo y la cobertura verde evita el impacto directo de las lluvias sobre la tierra.


En este punto, recordó un suceso durante la gestión de Ezequiel Galli en el cual se aplicó glifosato en la barranca del arroyó Tapalqué, que impactó de manera negativa en la mencionada vegetación y afectó sus beneficios.


“Hubo un uso indiscriminado que provocó la sequedad de todos los yuyos y plantas que proporcionaban fuerza a la barranca y permitió que el agua se infiltre en la pendiente, además de permitir una erosión más fácil de los suelos”, subrayó.


Por otra parte, enfatizó en realizar estudios sobre el socavamiento del suelo debajo de la superficie, ya que según la visión de Latorre “hay que observar que pasa arriba pero también en el interior”.


 Más movimiento, menos estabilidad


Además de las características geográficas del sector, el exconcejal también apuntó contra el crecimiento del movimiento, tanto a pie como de tránsito ligero y pesado.


“La expansión de toda la zona urbana, tanto de pozos para hacer edificación, desagües y las redes de transporte generan un movimiento constante que con el paso del tiempo se hace inevitable el desplazamiento de la tierra”, remarcó.


Señaló que hay muchos sectores a lo largo de la ladera del Tapalqué con fuertes derrumbes pero al no estar cerca de la zona urbana “no llaman la atención”.


De esta forma, Latorre aseveró que “hay que pensar y planificar obras en el arroyo de manera urgente, porque esto va a seguir ocurriendo y está la posibilidad de que comience a afectar zonas aledañas como calles y construcciones cercanas en ciertos puntos”.


Resaltó justamente el sector lindero al puente de la calle Hornos, que con el correr de los años y los socavamientos ha perdido varios centímetros de diámetro y “ahora solo queda una pasada finita entre el camino y la pendiente”.


“Tenemos que diseñar estructuras de ingeniería para prevenirlo, contamos con la Facultad de Ingeniería y profesionales capaces de diseñar un plan para evitar que en un futuro esta problemática afecte más fuerte a la Ciudad”, comentó.


“Hay que advertir a los vecinos del deslizamiento inminente y controlarlos porque puede suceder algo grave”, agregó el licenciado en geografía.


Las paredes con piedras y mallas de alambre se encuentran en muchos sectores del arroyo para contener las laderas, pero en aquel sector (Hornos y Suárez) no funcionó en las oportunidades que se intentaron durante gestiones pasadas.


“La contención tiene que estar sí o sí, más allá si es con muros, vigas, columnas o solo hormigón. Prevenir los deslizamientos de la barranca puede ser caro pero la recompensa sería enorme”, acotó.


En este sentido, explicó que “el arroyó Tapalqué es uno de los grandes problemas que tenemos” debido a que “es un peligro por las pérdidas económicas enormes que hemos tenido por las inundaciones, por eso hay que hablar en serio sobre las futuras obras en la Ciudad”.


Por último, enfatizó en que todos los gobiernos locales deberían tener en el presupuesto “un plan de obras y de inversión en el arroyo, sin importar cuantos años sean gestión o la bandera política porque es algo que no atraviesa a los olavarrienses y son sumamente necesarias para tener un buen futuro”.

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