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Deportes La fiebre por el “Dibu” contagia en Olavarría

20-10-2024

La fiebre por el “Dibu” contagia en Olavarría

En las escuelitas de fútbol de los clubes locales el puesto de arquero ejerce una seducción sobre los más pequeños como nunca antes, con números asombrosos. Todo por el “23” de la selección.


Una fiebre que ha ingresado en todas las escuelitas de fútbol de la Argentina se ha extendido hasta Olavarría y el único responsable de esta “enfermedad” es un arquero que hasta hace apenas tres años sólo conocían quienes siguen de cerca la actualidad profunda del fútbol europeo. O sea, contados con los dedos de una mano.


Los testimonios son coincidentes en todas sus particularidades y unánimes.


Nunca jamás había existido entre los más chicos un entusiasmo para pararse debajo de los tres palos como el producido con la irrupción (y las hazañas) del “Dibu” Martínez con la camiseta de la selección argentina a partir de la Copa América de 2021 (aquella de “mirá que te como”) y especialmente Qatar 2022.


La roja o verde con el número 23 es la segunda camiseta más vista entre los nenes. Algo que -en otro tiempo- ni el “Pato” Fillol fue capaz de provocar, con el plus que en la dictadura de las redes sociales hoy también se puede constatar como los peques copian gestos, bailecitos, actitudes y hasta el chamuyo a sus rivales cuando están mano a mano en un penal.


Todos los coordinadores del fútbol olavarriense en lo único que disintieron fue en los matices de esta locura.


El “Pato” Carneri conduce la escuelita de Embajadores, desde su fundación a comienzos de este siglo una referencia regional en el fútbol formativo.


“Desde la Copa América de Brasil estamos viendo que hay muchos más nenes que quieren ser arqueros. El ‘boom’ Dibu Martínez ha explotado por todos lados y cada vez más nenes se animan, quieren atajar, cada vez se ven más buzos de arquero, más el ‘1’ entre los chiquitos” contó.


“Un puesto que siempre fue ingrato, que costaba encontrar chicos con ganas de ser arquero, ha pasado a ser relevante” sumó.


“La copia es permanente. Les hablan a los rivales en los penales, bailan como el Dibu, hacen sus festejos. De hecho, el domingo pasado salimos campeones con la categoría 2014 en Azul y nuestro arquerito festejó con la copa como lo hizo el Dibu. Hasta ese grado llega el fanatismo por el puesto, por el enorme arquero y por el personaje que es Dibu” reveló Carneri.


En todos los casos los coordinadores piden a los nenes que en los encuentros atajen con el buzo o con la pechera del club. Pero el del Dibu se lo suelen dejar abajo.


“Gracias a Dios donde antes nos costaba encontrar arqueros hoy sobran. La 2013, que el año que viene empieza a jugar el campeonato de divisiones inferiores, tiene 6 nenes que no quieren hacer otra cosa que atajar. Igual, nosotros los motivamos para que salgan a jugar un ratito, para que no se encierren en un solo puesto” dijo.


Simón Silveryra encabeza la escuela “Trapito” en el club Estrella de Villa Floresta y el fenómeno replica aún en las instituciones barriales: “Tengo dos grupos de 25 nenes y varios arqueros. Incluso a un chico le quedó el mismo apodo porque sus compañeros están recontentos con él, que los ha salvado en momentos importantes a su equipo”.


A 15 kilómetros la cosa no cambia demasiado. En Loma Negra hubo camadas donde los entrenadores temían no contar con chicos para ocupar el arco.


Hoy la realidad es antagónica, relató el “Moto” Ceccarelli, encargado de la escuelita celeste y de las tres categorías más chicas: “Acá desde que terminó la Copa América de Brasil de uno o dos arqueros que tenía en las categorías ahora tengo ocho. Fue tan grande el ‘ruido’ que hizo el Dibu que todos quieren ser arqueros”.


“Yo era uno de los que siempre decía que en las Sierras sufríamos porque no teníamos arqueros. Sufríamos todos los años y ahora es impresionante cómo los nenes quieren ser arqueros. Copian sus gestos. A veces practicamos penales y a sus compañeros les dicen ‘mirá que te como’ y es un cago de risa. Cosas que nunca había escuchado en los arqueritos de Loma Negra” narró.


Uno de los planteles de arqueros de la escuelita de Loma Negra, con el profe "Moto" Ceccarelli.


“Antes del Mundial no tenía arqueros y ahora sobran. Se compran la camiseta con el número 23, copian los modales para armar la barrera” añadió Ceccarelli.


En la escuelita de Estudiantes, Maxi Hattrick ha debido conseguir más arcos para colmar las inclinaciones de los nenes. “De ser una posición en la que no conseguíamos chicos, el auge después de la Copa América de Brasil y sobre todo después de la Copa del Mundo ha sido impresionante” certificó.


“Vimos algo parecido con Barovero, pero eran sólo los nenes hinchas de River. Ahora es masivo, nunca visto. Es algo increíble, no nos alcanzaban las canchitas y tuvimos que hacerlas más reducidas de lo normal para que todos puedan ir al arco” reportó.


“El año pasado hicimos un final de temporada temático con la camiseta de la selección argentina y eran 10 de Messi y 4 del Dibu Martínez y además imitan todo: los movimientos, los festejos, las palabras a los rivales en los penales, así que después de la suspensión hablamos con ellos y les recalcamos que esas cosas no se deben hacer” acotó Maxi Hattrick.


Estudiantes tiene 4 arqueritos en la categoría 2013, 5 en la categoría 2014 y 4 en la categoría 2015. “Antes había uno a lo sumo y a otros los inventábamos” comparó.


“Moyo” Prevetera hizo idéntico diagnóstico al de todos sus colegas para el Club Municipales: “Ha crecido enormemente el interés por ser arqueros. Hay muchas más camisetas de arqueros, que obviamente son las del Dibu y los nenes siempre tiran ‘mirá que te como’. Antes costaba mucho más encontrar chiquitos para el arco”.


Ferro tampoco podía ser la excepción. “Siempre trabajé en el club, pero justo en los últimos dos años lo hice en la escuelita y después del Mundial ha sido un boom lo de los chicos con el arco. Por ejemplo, en la 2015 tenemos 5 arqueros fijos de 30 nenes que hay en la lista” dijo Andrés Cisneros.


“No es como antes -recordó-, que teníamos que proponer los profes, porque no completábamos los equipos. Ahora sobran, copian lo bueno, lo que no está tan bueno y a nosotros nos toca marcarles esas cosas”.


Lo del buzo 23 rojo o verde supera hasta las preferencias por el puesto. “Se ve en nenes que no quieren atajar, pero aparecen con la camiseta del Dibu Martínez en las prácticas. Vemos casi las mismas camisetas del Dibu, que de Messi o Di María” expresó.


Del otro lado de la vía, en El Fortín, el panorama es similar. “En las categorías más grandes de la escuelita se ven los buzos, copian todo y cuando hacen tandas de penales tiran las frases del Dibu. Hace un tiempo era complicado conseguir arqueros y ahora hay categorías como la 2014 que tenemos 8” resaltó su coordinador, Alejandro Angladette.


La influencia no llega hasta el buzo. “Aparecen con los guantes, el pantalón, el bolsito del Dibu. La influencia ha sido muy grande. Tenemos un 2015 que siempre anda con la remera, Austin se llama y cuando ataja un penal hace el bailecito. Nosotros le damos remera y él no quiere atajar con otra que no sea la verde del Dibu” contó.


Racing cuenta con alrededor de 320 nenes en su escuelita de fútbol y la participación de arqueros en ese número es nunca vista.


Arqueritos de una categoría de la escuelita de Racing.


“Antes teníamos dos arqueros y hoy son seis o siete. También ayuda haber podido poner un entrenador de arqueros para las tres categorías más grandes de la escuelita, aunque no fue como consecuencia de esto del Dibu” indicó el coordinador chaira Julio Vera.


La postura en el Parque Olavarría sobre las imitaciones, los gestos y el ‘chamuyo’ es clara: “En un principio lógicamente copiaban todo. La vestimenta la vemos en la mayoría de los nenes. En nuestro caso tratamos de explicarles que algunos gestos no son los adecuados, que hay que tratar de evitarlos, lo mismo las frases”.


“No retándolos, sino diciéndoles que en lo que puede ser gracioso para ellos nosotros los adultos vemos otras cosas” aportó.


En Racing, diferenció Vera, sus arqueritos muestran preferencias que no se dan en otros clubes: “Nuestros nenes son de ver también al arquero de primera y van a A44 a comprarse el buzo que están usando”.


“Soy sincero, es algo que nos supera. Lo bueno de esto es que en diez años no van a faltar arqueros en Olavarría” presagió Vera, un pronóstico que podría haber hecho cualquiera de los colegas de los otros clubes de Olavarría.


Y no hay dobles interpretaciones en esto: gracias a las hazañas del Dibu Martínez.
 

 

 

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