“El gobierno quiere favorecer a sus amigos grandes evasores”

Ante su posible cierre, las oficinas de la AFIP de Olavarría están en asamblea permanente y apagón informático. La palabra de Sebastián Mas, secretario general de la AEFIP del sur provincial.

La oficina de la AFIP en Olavarría, que funciona en la planta baja del Hotel Santa Rosa, se plegó al estado de asamblea permanente y apagón informático en respuesta al anuncio del gobierno nacional que encabeza el libertario Javier Milei de disolución del organismo, para reemplazarlo por otro más reducido en sus estructuras y funciones, e implicaría además el despido de unos 3.000 trabajadores.

La medida de fuerza es de 10 a 12, comenzó este miércoles y se extenderá hasta este viernes. “Esto va a generar un altísimo costo fiscal para el país. Ellos hablan de lo que se ahorrarían por los despidos y lo que yo creo es que detrás está la puesta a punto de una herramienta que beneficie a los grandes evasores” planteó el contador Sebastián Mas.

Mas es secretario general de la seccional Bahía Blanca de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), cuya jurisdicción llega hasta Olavarría y abarca todo el sur de la provincia de Buenos Aires.

El anuncio de la disolución de la AFIP fue hecho por el vocero presidencial Manuel Adorni. “Se jactaba de la alegría que le producía el despido de más de 3000 compañeros de trabajo y una disolución que al día de hoy no es más que un anuncio, porque no han sacado normativas al respecto” advirtió Mas, en charla con Verte.

El dirigente gremial alertó sobre las consecuencias y el costo fiscal que una medida de este tipo podría traer: “Nosotros vemos tres aspectos que por ahí se esconden detrás de esta medida a la que hace referencia el vocero presidencial”.

“En primera instancia vemos una persecución política, porque señala que los 3000 despidos corresponderían a trabajadores que entraron durante el último gobierno, cuando la planta hoy es menor que la del 2019 y los ingresos se han dado en función de las jubilaciones” dijo Mas.

Como segundo aspecto, identificó “la pérdida de operatividad que va a tener el organismo si se lleva a cabo esta medida. Eso quitaría fuerza de fiscalización, que no va a redundar en menos controles sobre pequeños empresarios, comerciantes y monotributistas, porque estos sectores son bastante sencillos de controlar”.

“Los grandes favorecidos van a ser los grandes evasores, que tienen una ingeniería montada para la evasión y la elusión. Nosotros entendemos que en eso también se persigue un premio a los grandes evasores, que en muchos casos fueron socios de este presidente en la campaña del año pasado y que hoy ubican funcionarios a troche y moche en la administración pública” denunció el contador Mas.

El tercer aspecto que mencionó es en torno de la pérdida de autarquía de la AFIP. “Es un organismo eminentemente técnico; más del 80% de sus empleados son profesionales universitarios y el resto son trabajadores con títulos terciarios o con una alta capacitación en sus funciones tributarias” valoró.

“Quitarle su autarquía es dejarlo dependiente del poder ejecutivo nacional, con lo cual están previendo una herramienta de persecución para quienes piensen distinto, que la están usando y la van a usar” denunció el secretario general de la AEFIP.

Mas alertó que en los anuncios del gobierno nacional “no hay ninguna mención a las cuestiones de funcionamiento. No hablan de una mayor eficiencia del Estado, por eso uno entiende que detrás del anuncio pueden existir cuestiones inconfesables”.

“Si esto se llega a concretar va a ser algo que vamos a lamentar todos los argentinos por la pérdida de institucionalidad, que como organización sindical y con la unidad de todos los trabajadores impositivos vamos a salir a discutir con la férrea decisión de defender a nuestros compañeros y a nuestra actividad” anticipó Mas.