11-11-2024
El neumonólogo olavarriense Martín Cherkoff advirtió que “se han producido gran cantidad de casos de enfermedad pulmonar grave por su uso, que puede ser mortal”.
En la avanzada que por fortuna la sociedad ha llevado a cabo en el último par de décadas contra el consumo del tabaco han encontrado una grieta para instalarse como una supuesta alternativa más saludable los cigarrillos electrónicos. Y no es tan así…
Según la definición de la American Cancer Society estos cigarrillos electrónicos son conocidos por muchos nombres diferentes y modelos, incluyendo e-cigs, sistemas electrónicos diseñados para suministrar nicotina (ENDS), sistemas alternativos para suministrar nicotina (ANDS), e-hookahs, mods, cigarrillos electrónicos tipo bolígrafo, vaporizadores, dispositivos de vapeo y sistemas de tanques.
Están disponibles en muchas formas y tamaños: pueden lucir como cigarrillos, cigarros (puros), pipas, bolígrafos, dispositivos de memoria USB o puede que estén disponibles en otras presentaciones.
Los dispositivos incluyen una batería para la activación, una fuente de calor que calienta un líquido para convertirlo en un aerosol de partículas diminutas (a veces referido como “vapor”), un cartucho o depósito que contiene el líquido y una boquilla o abertura utilizada para inhalar el aerosol.
El neumonólogo olavarriense doctor Martín Cherkoff incurrió en el análisis del tema y abarcó diferentes cuestiones vinculadas con el cigarrillo electrónico, empezando por lo que podría ser su génesis, el tabaquismo tradicional.
“Es una enfermedad crónica que genera una dependencia física, psicológica y social. Su consumo tiene un comportamiento complejo multifactorial y se inicia en la adolescencia, cuando los chicos comienzan a fumar para encajar en grupos sociales o imitar a amigos y modelos a seguir o influencers” advirtió.
Cherkoff recordó que “la presión de la industria tabacalera con publicidades agresivas y estrategias de marketing dirigidas a jóvenes, como el diseño de envases atractivos y sabores atractivos, han aumentado por décadas la atracción por el tabaco y por el cigarrillo electrónico”.
En cuanto la variable electrónica del viejo vicio puntualizó que “es un dispositivo que produce un aerosol que se aspira, simulando el acto de fumar”.
“El cigarrillo electrónico está constituido por 3 elementos: una batería, un atomizador y un cartucho. El líquido de los cartuchos no contiene tabaco, pero sí nicotina en dosis variables y también muchas sustancias como propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes, aromatizantes y otros. Las diferencias en el voltaje de las baterías y los sistemas de circuitos para calentar la solución y transformarla en un aerosol pueden contribuir a la formación de sustancias tóxicas en las emisiones” alertó.
El aerosol, observó, no es inocuo. Todo lo contrario: “Contiene nicotina, compuestos orgánicos volátiles, partículas ultrafinas, sustancias químicas que pueden causar cáncer, metales pesados (níquel, estaño, plomo) y saborizantes como diacetilo, que causan enfermedad pulmonar grave” y añadió qie “la nicotina es poderosamente adictiva y puede afectar el desarrollo cerebral entre los 20 y 25 años”.
En este sentido planteó Cherkoff que “se han producido gran cantidad de casos de enfermedad pulmonar grave por el uso del cigarrillo electrónico, que puede ser mortal”.
“El consumo de cigarrillo electrónico en los adolescentes es el puntapié inicial para el consumo de cigarrillo tradicional y otras drogas. Se promocionan por redes sociales apuntando a niños, niñas y adolescentes y los adolescentes fumadores tienen los mismos riesgos de enfermar que los adultos fumadores” subrayó el doctor Cherkoff.
No sirven para dejar de fumar y lo muestran los datos estadísticos. “Quienes los usan con ese fin en la mayoría de los casos terminan dependiendo de los cigarrillos electrónicos y mantienen el consumo de nicotina, o usando ambas formas: cigarrillos convencionales y electrónicos” señaló el especialista olavarriense.
Pese a todas las advertencias, las industrias tabacaleras se han encargado de camuflar de diferentes formas los cigarrillos electrónicos, presentándose en forma de vasos, relojes inteligentes, cajas de jugos, como rediseños e investigaciones para cambiar las marcas de sus productos con miras de mantener la rentabilidad.
La ANMAT a través de la disposición 3226/2011, que ratificó en un comunicado del año 2016, dispone que se prohíbe la importación, distribución, comercialización y la publicidad o cualquier modalidad de promoción en todo el territorio nacional del sistema electrónico de administración de nicotina denominado “cigarrillo electrónico”.
“En conclusión, la exposición a la nicotina que contienen los cigarrillos electrónicos durante la adolescencia daña el cerebro que se está desarrollando. Afecta la capacidad de aprender, la memoria y la atención. Consumir nicotina en la adolescencia aumenta el riesgo de adicción a otras drogas en el futuro” advirtió el doctor Cherkoff.
Recalcó que “e aerosol de los cigarrillos electrónicos que los usuarios inhalan y exhalan, además de exponer tanto al usuario como a las personas a su alrededor a la nicotina puede potencialmente exponerlos a sustancias dañinas, como metales pesados, compuestos orgánicos volátiles y partículas ultrafinas”.
En la actualidad, existen tratamientos efectivos para dejar de fumar con fármacos que han sido evaluados y aprobados por la ANMAT.