18-11-2024
Monseñor Hugo Manuel Salaberry encabezó la ceremonia se llevó a cabo este lunes en Villa Mailín ante gran cantidad de fieles y colaboradores. Se rindió homenaje al músico Oscar Alem.
El obispo de Azul, Hugo Manuel Salaberry, encabezó este lunes la bendición de la Capilla Ceferino Namuncurá de Villa Mailín, colmada por una gran cantidad de fieles y colaboradores que hicieron posible la concreción de este anhelo soñado hace casi 15 años por Rosa de Bidegaray, la primera catequista del barrio.
Familiares de dos personas fuertemente ligadas a la vida de esta parroquia tuvieron a cargo el inicio de la ceremonia, que consistió en el descubrimiento en el atrio de una imagen de Oscar Alem, cuyo deseo póstumo hizo posible el avance de esta etapa.
Fueron Blanca Alem, hermana del notable músico olavarriense desaparecido físicamente el 26 de noviembre de 2017 y la hermana de Rosa, quien tanto pregonó en vida para la llegada de este día que no llegó a contemplar.
La ceremonia religiosa dio comienzo con el ingreso de la Cruz, la bandera del Vaticano y la bandera argentina precediendo el camino hacia el altar del obispo de la diócesis de Azul Hugo Manuel Salaberry, el cura párroco de la iglesia San Cayetano del Barrio CECO padre Marco Piccaroni, el párroco de Nuestra Señora de Luján padre Francisco Vallejos (quien se encontraba al frente de la iglesia del Barrio CECO cuando comenzó la obra) y el diácono Fausto Tin.
Al cabo de unas palabras del padre Piccaroni y de una encendida semblanza de Ceferino Namuncará a cargo de monseñor Salaberry, el obispo de la diócesis de Azul inició el camino de bendición de cada una de las paredes de la Capilla Ceferino Namuncurá.
La emotiva jornada vivida este domingo en Villa Mailín culminó con la celebración de la Santa Misa, contemplada desde un lugar alejado del altar por otro de los grandes hacedores de este presente, Martín, esposo de Rosa Bidegaray.
“Esto lo comenzamos hace 14 años con esta gente, sin nada, sólo con el terreno y una cruz que pusimos afuera, que la rompieron unos vándalos. De a poco la fuimos levantando, siempre con donaciones de la gente. Dos veces tuvimos un apoyo municipal, cuando recién empezamos y estaba Eseverri chico y el intendente que se fue que nos donó una parte de las aberturas” recordó emocionado Martín.
“Acá se hizo todo con donaciones de la gente, la del barrio y la que no es del barrio. Unos mucho, otros poco; un hombre humilde, sin muchos recursos, hizo las aberturas sin cobrarnos un peso y eso vale tanto como la última donación que nos permitió avanzar con la obra” destacó.
“Durante la pandemia fuimos juntando donaciones y cuando se terminó la pandemia compramos todos los hierros para hacer las ventanas, los vidrios y apareció este señor que nos hizo todo” valoró.
Martín reveló también el deseo póstumo del músico Oscar Alem, quien antes de morir dejó encargado a su hermana que los recursos generados por la venta de un inmueble de su propiedad fueran a parar a una obra de caridad o la construcción de una parroquia.
Y la elegida fue la parroquia Ceferino Namuncurá de Villa Mailín.