VIH: “Nuestros pacientes llegan a la tercera edad”

Las investigaciones han logrado lo que hace un cuarto de siglo parecía un milagro: desvincular la palabra “muerte” del diagnóstico. El análisis olavarriense por la infectóloga Dra. Marina Grand.

Como cada 1 de diciembre desde 1988, este domingo se conmemora el “Día Mundial de respuesta al VIH”, proclamado por la Organización Mundial de la Salud el 27 de octubre de aquel año, en alusión a la fecha de 1981 cuando se diagnosticó el primer caso de esta enfermedad, que desde entonces y hasta 2023 ha costado la vida de más de 42,3 millones de personas en todo el planeta.

Por su parte, la página web de la Organización Panamericana de la Salud reza que “este día es una oportunidad para concientizar, educar y mejorar la comprensión del VIH como un problema de salud pública mundial”.

Durante muchos años SIDA y muerte han sido un sinónimo. Hoy, los avances de la ciencia la han convertido en una enfermedad crónica. Sin embargo, en muchos países las inequidades en el acceso a medicamentos antirretrovirales han perpetuado la mortalidad relacionada con el VIH.

La doctora Marina Grand, médica de planta del área de infectología en el Hospital “Dr. Héctor Cura”, es una de las principales voces dentro del sistema de salud olavarriense para abordar este tema.

Por una cuestión generacional, no fue testigo profesional de aquellos primeros años aterradores de la enfermedad. “Yo no los viví porque todavía no trabajaba de médica, pero han sido muy difíciles para los que lo vivieron, porque era muy poco lo que se podía hacer desde el sistema de salud para ayudar a las personas” contó.

“La epidemiología de la infección por VIH ha cambiado enormemente desde el primer diagnóstico en la década del ‘80. Inicialmente era una patología que tenía una elevada mortalidad y era de muy difícil manejo, porque no había drogas antirretrovirales” recordó la doctora Grand.

Los avances desde entonces han sido lentos, pero constantes: “Las drogas de la primera generación eran una gran cantidad de pastillas y con muchos efectos adversos. Sobre todo anemia, malestar, alteraciones en la grasa corporal, y rápidamente el virus se hacía resistente”.

Al cabo de muchos esfuerzos y de mucha inversión en materia de investigación científica, las cosas hoy son diferentes para los pacientes con VIH.

“En los últimos años, desde que yo estoy haciendo infectología, vamos viendo todos cómo se va avanzando. En este momento tenemos drogas de una muy buena potencia, combinadas dos o tres drogas en un único comprimido y eso facilita mucho la toma de la medicación y la adherencia a la medicación” señaló la doctora Grand.

“Es una sola pastilla por día. Todavía la aplicación en la Argentina no es en un gran número de personas, pero en los próximos años va a aumentar la accesibilidad de medicamentos que son inyectables y permitirán que una vez por mes la persona reciba la medicación y no esté pendiente de estar tomando continuamente el comprimido” anticipó.

Ya no es “muerte” una palabra asociada con el diagnóstico de la enfermedad. “El tratamiento es tan efectivo en el día de hoy que logra rápidamente controlar el virus y que haga ya en sangre lo que se dice ‘carga viral indetectable’, que es que no hay virus circulando. Al no haber virus circulando, el virus no puede afectar a las células de las defensas, entonces el sistema inmunológico de la persona se puede recuperar” valoró la infectóloga olavarriense.

“Otra cosa muy importante que me gusta remarcar siempre que hacemos alguna difusión es que se ha demostrado que las personas que tienen carga viral indetectable, es decir, que no tienen virus circulando en sangre debido al uso de la medicación, no tienen posibilidad de generar transmisión por vía sexual. Entonces esto permite reducir mucho el estigma de la persona y sentirse tranquila que en un encuentro sexual no va a haber transmisión” destacó.

Cuarenta años después los profesionales de la salud hoy constatan una realidad que parecía utópica en aquellos años. “Estamos viendo que la medicación es tan efectiva y el tratamiento hoy en día tiene tan pocos efectos adversos que nuestros pacientes llegan a la tercera edad, que antes era algo impensado por lo que decíamos de la gran mortalidad que tenía la infección” contó.

No obstante lo alentador del mensaje actual, los desafíos en torno de esta enfermedad no han desaparecido, sino que se han renovado.

“Hoy se nos plantean nuevos desafíos, como acompañar a alguien con una enfermedad crónica, que tal vez tiene 20 años de infección por VIH y ha recibido muchos tratamientos que pudieron haberle generado alteraciones tanto a nivel de la resistencia a la insulina o alteraciones a nivel de los huesos o del sistema cardiovascular” intervino.

"Entonces, el desafío hoy en día para los infectólogos, o para quienes atendemos personas con VIH, es poder brindar una atención integral a esas personas para que tengan una vida lo más normal posible y con la mejor calidad de vida posible” planteó.

La doctora Grand ante este escenario habló de “la necesidad de una evaluación y un manejo clínico integral. Nosotros en el Hospital hace unos pocos meses empezamos a tener un consultorio en conjunto con una médica del plantel de clínica médica, que es la doctora Sofía Massolo y hacemos infectología y clínica médica en el mismo consultorio”.

“Eso permite que las personas vengan y evaluamos tanto hipertensión, diabetes, riesgo de tener alguna patología cardiovascular. La evaluación clínica que se hace de cualquier paciente, por ejemplo mayor de 40 años, lo hacemos en conjunto con una médica clínica y eso nos permite tener un abordaje más integral de lo que es la salud de nuestros pacientes con VIH” acotó.

A nivel del sistema público de salud en Olavarría, como en los consultorios privados, la provisión de medicamentos es a través del Ministerio de Salud: “Hace unos años ya que contamos con varios esquemas de un único comprimido y eso es muy bueno porque facilita la adherencia”.

“También tenemos en Olavarría la posibilidad de hacer la carga viral, que es la detección de la cantidad de virus en sangre y el recuento de CD4, que es la principal forma para medir las defensas de las personas. Lo hacemos dentro del laboratorio del Hospital, en el servicio de biología molecular” ponderó la doctora Grand.

Son avances que han levantado mucho las barreras para la atención en pacientes con VIH. “Les hacemos la orden con la indicación de estos estudios, van directamente a las 8 de la mañana y se sacan sangre. Y eso obviamente reduce mucho lo que son las trabas de accesibilidad” dijo.

“También con la provisión del Ministerio tenemos disponible la PrEP, la Profilaxis Pre Exposición, que es la utilización de drogas antirretrovirales, que son los medicamentos que usamos para el VIH, para prevenir la infección en personas que tengan muchos factores de riesgo” sumó en su abordaje acerca de la situación local.

Sin embargo, en este contexto país y mundial no todas son buenas noticias en materia de enfermedades de transmisión sexual.

“Vemos un gran aumento de la tasa de las infecciones, sobre todo sífilis y gonorrea y esto es porque el uso del preservativo no es el óptimo y cuando una va a los congresos verifica que lo mismo está pasando a nivel mundial” reveló.

A futuro el problema podría ser más grave aún. “Nos preocupa que en los próximos años haya un aumento de otras infecciones de transmisión sexual y de otras de evolución crónica, como es la infección por VIH. Así que siempre que se puede se habla de la importancia del uso del preservativo en cada encuentro sexual como el único método que tenemos en este momento, junto con el campo de látex, para la prevención de las infecciones de transmisión sexual” recomendó la doctora Grand.

Depresión y ansiedad en las personas con el VIH

La salud mental es un aspecto fundamental del bienestar general y su relevancia se magnifica en poblaciones con condiciones de salud crónicas, como es el caso del VIH.

Un estudio presentado en el Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica del VIH realizado este mes de noviembre en Glasgow 2024, ha puesto de manifiesto el impacto significativo que tiene el VIH no sólo en la salud física de las personas, sino también en su salud mental, revelando tasas alarmantes de depresión y ansiedad.

Entre las conclusiones de este trabajo, se considera crucial abordar estos problemas empleando un enfoque integral que se centre no sólo en los factores clínicos, sino que tenga en cuenta también los contextos sociales y económicos de esta población.

Uno de los hallazgos del estudio fue que el porcentaje de personas que presentaban síntomas de depresión era menor entre las que tenían interiorizado el mensaje, en comparación con las que tenían una creencia en el mismo.

Además, se comprobó que las personas con el VIH que sufren complicaciones adicionales de salud crónicas son más propensas a sufrir depresión, en comparación con quienes solo tienen el VIH (28% frente al 16%, de forma respectiva).

La correlación entre el uso de sustancias y la salud mental indica que las intervenciones que aborden la salud mental deben considerar los hábitos relacionados con el consumo de sustancias como un factor importante a tratar.

La falta de atención a la salud mental no sólo perpetúa el sufrimiento individual, sino que también tiene implicaciones más amplias en la salud pública y en la calidad de vida de las personas que viven con el VIH.

Considerando ambos factores, tanto los síntomas como el tratamiento recibido, el 36% de las personas con el VIH en el estudio mostraron evidencia de un problema de salud mental actual.
La investigación plantea además que al abordar estos aspectos de manera integral se puede contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes viven con VIH, promover su bienestar mental y, en última instancia, crear un sistema de salud más equitativo y efectivo.