02-12-2024
Aunque está poco extendida en Argentina y con limitaciones, hay casos que se concretan. Qué es la gestación por sustitución y cuáles son las previsiones legales. El aporte del Dr. Ricardo Fodere.
¿Cuáles son las opciones para ser madres en aquellos casos que la salud impide gestar? ¿Es un sueño imposible? ¿Y para hombres solos o parejas de hombres existe la posibilidad de “paternar” un bebé desde que nace en Argentina?
La opción de la subrogación de vientre o gestación por sustitución es algo lejano para la gran mayoría de las personas y efectivamente lo es ya que es un procedimiento que en nuestro país solo está reservado a algunas situaciones puntuales.
La posibilidad que una mujer sea gestante y luego sea una pareja - de la cual ella no forma parte- quien se haga cargo y eduque a ese pequeño o pequeña solo está contemplado si esa voluntad obedece a un gesto de altruismo y no en virtud de un acuerdo económico.
Recientemente, el tema de la gestación por sustitución estuvo en la agenda pública por un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que desestimó una demanda de filiación que exigía negar la maternidad de quien gestó y dio a luz a su hijo y registrar como padres al matrimonio de dos varones. Los demandantes habían firmado un contrato de subrogación de útero en 2014 y el niño nació en 2015.
El máximo tribunal sostuvo que la pretensión de “borrar a la madre de la partida de nacimiento contradice el orden jurídico vigente”, ya que para la justicia argentina el vínculo filiatorio y su consecuente inscripción registral se determina por el parto. Incluso para quienes hayan nacido mediante las técnicas de reproducción humana asistida, el artículo 562 del Código Civil y Comercial de la Nación establece que son hijos de quien dio a luz, según la interpretación del máximo tribunal en este caso.
¿Qué la llevó a esa mujer a gestar? ¿Un proyecto de familia o una intención de ayudar a otros a concretarlo?¿Hubo un deseo procreacional en ella o pertenece a otros? No parece fácil la solución a estos dilemas.
No son pocas las figuras ligadas al mundo público que optan por esta práctica a la hora de proyectar su maternidad y paternidad y todos tendrán en su memoria alguna foto de Marley con su hijo o de Luciana Salazar con su pequeña Matilda. La lista sigue en Argentina con Florencia de la V, Topa, Marisa Brel y en el mundo: Elton John, Elon Musk y Ricky Martin, por citar algunos de los que se conocen.
Se trata de una práctica que en nuestro país no está regulada y que surgió como una alternativa terapéutica a todas las pacientes o parejas que por algún motivo no tienen la posibilidad de gestar con su propio útero. En otros países, como Estados Unidos, Canadá o Ucrania, la práctica está legalizada y se ha desarrollado todo un sistema de agencias en torno a ella.
Es una posibilidad que siempre se conversa primeramente en un ámbito cercano, privado, y que, antes o después, pasa al consultorio ginecológico.
Verte convocó al médico ginecólogo Ricardo Fodere para conocer cómo es el proceso. “Es muy variado el listado de causas que hace que una paciente no pueda gestar, al no tener el útero o por otras razones, por cuestiones genéticas u otro tipo de enfermedades, por ejemplo hematológicas”, detalló el médico. El profesional explicó además que hay enfermedades oncológicas en las que es necesario extirpar el útero y no puede tener lugar una gestación.
Aclaró que también hay “causas sociales”: en la década del 80, por ejemplo, hubo deportistas famosas que deseaban ser madres pero sin llevar adelante el embarazo, para no “deteriorar” su cuerpo o no perder el ritmo y el rendimiento de su disciplina. “Eso resultó controvertido y lo sigue siendo”, aclaró.
Para explicarlo en pocas palabras, se trata de un procedimiento por el cual una persona alberga un embarazo pero que el fin procreacional es para otra persona. Ante esta circunstancia surge la cuestión altruista, gente que quiere ayudar a un conocido, un amigo, como puede ser en los casos de trasplantes -citó el caso de Sandra Mihanovich y su ahijada Sonsoles.
Después están todas las opciones donde ya se constituye como un mercado y se conforman agencias que se dedican a esto, como sucede en Estados Unidos o Ucrania, por citar dos países a los que muchos argentinos acuden para la concreción de sus proyectos de maternidad.
Fodere puntualizó que en Argentina hubo un proyecto de ley que buscaba reglamentar la práctica de gestación por sustitución. De hecho, se aprobó en Senadores por amplia mayoría, pero no avanzó más y perdió estado parlamentario. Esto fue en 2016. “Esa legislación era complementaria de la ley de medicina reproductiva y podemos decir que sin su aprobación quedó un vacío legal”, indicó el profesional.
Consultado sobre cómo es en la práctica la implementación de este tipo de procedimientos , explica: “Cuando las clínicas empezaron a recibir consultas de mujeres sin útero o parejas de hombres u hombres solos, comenzaron las disputas legales y en cada provincia se resolvía de acuerdo a distintos procedimientos”.
“Desde 2020, tras una medida cautelar, en la Ciudad de Buenos Aires, no se requirió que interviniera la Justicia para inscribir a los niños nacidos con este procedimiento y solamente tenían que ir con los consentimientos al Registro Civil, las personas que tenían el “deseo procreacional” para inscribirlo a su nombre. Nuestra ley dice que es madre quien da a luz a su hijo, pero estos son casos donde no son sus materiales genéticos”, aclaró.
“Muchas veces se da que una familiar, una hermana, presta su útero a la paciente que no puede gestar y los óvulos son de esa paciente o de un óvulo donado anónimo. Esto se sigue haciendo pero recientemente la Corte Suprema, a partir de una demanda de una pareja de hombres, le quitó la posibilidad a la gente, que aún con todos los consentimientos informados y con toda la papelería en regla, pueda anotar a su hijo y convertirse en sus padres”, detalló.
“Ese chico, que ya tiene 10 años, queda con el apellido de la mujer que lo gestó pero que no tiene deseo de ser madre. Ella lo que hizo fue brindarle la posibilidad de gestación. Y entonces se genera un conflicto”, explicó.
“Todas las consultas que he tenido son de gente que no tiene útero, son la inmensa mayoría, y no son muchas porque la traba es conseguir a quien esté dispuesta a gestar el bebé. Además, las clínicas también tienen sus condiciones y acá en Argentina cada persona debe conseguir, por decir así, a la gestante. El tema es que han surgido agencias, que de manera ilegal, ofrecen ese servicio. En otros países, donde es legal hacerlo, está organizado a través de agencias”, advirtió.
Cómo es el procedimiento
“Lo que les digo a mis pacientes que para hacerlo de una manera sencilla, en la clínica hay que hacer una fertilización asistida de alta complejidad. Hay que conseguir los embriones para transferirlos al útero sustituto. Entonces, ahí puede ser con óvulos de la mujer, con óvulos donados o con embriones donados. Ese es el procedimiento médico”, detalló Fodere.
“Tiene todo un análisis médico general que esté justificado, que sea el caso que nos ocupa. Y además interviene un equipo psicológico porque hay que trabajar con la persona que va a desear ser mamá, papá y la persona que va a gestar dado que se va a generar un lazo afectivo y tiene que ser gente con total compromiso con lo que se está asumiendo”.
“Luego, la clínica empieza a trabajar cuando se hace el procedimiento médico de la fertilización. Mientras tanto intervienen los abogados. Y tanto los abogados de la clínica, de los comitentes, de aquellos que van a ser los papás procreacionales, digamos, de voluntad, y aquella que va a ser sustituta, van a tener distintos letrados que los van a asesorar”.
“Son diferentes todos, tiene que haber una comunión de ideas y de voluntades, porque si hay un litigio no se llega adelante. Entonces, siempre se trata de proveer a la que va a gestar que tenga toda la seguridad social y médica para llevar adelante el embarazo, haciéndose cargo de todos los inconvenientes que pudieran surgir. No está contemplado, y como no se promulgó la ley tampoco, por las obras sociales. Este es un tratamiento que es privado y es costoso. Luego, la gestante lleva adelante su embarazo”.
“Respecto a los futuros padres, en realidad, se hacen cargo de los gastos que ocasionen. Y los abogados y los contratos que generan están regulados por la Justicia argentina. Y en realidad el valor más importante lo suman ellos. Se puede hacer en todo el país, pero siempre en una clínica de fertilidad y que esté de acuerdo en hacer este procedimiento. La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva publica el listado de las clínicas en las que puede realizarse este tipo de práctica”.
Experiencias en otras latitudes
“En Estados Unidos hay algunos estados que son abiertos y otros más restrictivos y algunos hasta lo consideran criminal. El caso de Ucrania es emblemático pero en la misma Europa, en Italia, se considera un delito”, desarrolló.
“Cuando los interesados tienen poder adquisitivo para hacerlo en el extranjero, eligen esa opción y si bien es más caro que en Argentina, la burocracia legal y los contratos y hasta las mujeres gestantes son provistas por esos centros”.
“En mi práctica como profesional vengo sugiriendo que los bebés nazcan en CABA por la vigencia de esa cautelar que mencioné antes. En el caso de otras provincias, o en la nuestra, siempre sugiero que consulten a un abogado y que vean dónde es factible conseguir una autorización judicial para empezar el procedimiento”.
“Honestamente desde estos fallos, yo advierto que antes de tomar ninguna decisión consulten en las clínicas porque ahora hay un conflicto serio.El tema es que se puede llevar adelante todo el proceso y después la traba es la inscripción de los niños, su filiación”.
“Hubo un caso de un niño de Mar del Plata que ya tenía la edad para comenzar la escuela y no se había resuelto el tema de la filiación, no tenía apellido, no tenía documento, era un problema. Creo que esta situación la debería corregir el Congreso redactando una ley que contemple estas situaciones”.
“En la actualidad en Argentina está prohibido por ley que se cobre cualquier tipo de estos procedimientos, tanto de tejido o de gametos. No se puede cobrar una transfusión de sangre, no se puede cobrar un ovocito. Por eso creo que es importante que esté reglamentado y que mientras eso no suceda, que esté de alguna manera establecido en qué condiciones se puede realizar y que no haya aprovechamiento de la vulnerabilidad de la persona gestante. Son prácticas que existen y hay que darles un marco”.
Italia penará la subrogación de vientres en el extranjero
Italia aprobó el miércoles 20 de noviembre, tras un debate de siete horas en el Parlamento, un proyecto de ley que penaliza a las parejas que buscan gestación subrogada en el extranjero. El proyecto de ley fue presentado inicialmente por Carolina Varchi, diputada del partido ultraderechista Fratelli d'Italia, y apoyado por la jefa del partido y primera ministra, Giorgia Meloni.
La medida, promovida por el partido y su socio de coalición de extrema derecha, Lega, argumenta que protege la dignidad de las mujeres y amplía una prohibición de gestación subrogada vigente desde 2004. Los italianos que busquen vientres de alquiler en países como Estados Unidos o Canadá, donde la práctica es legal, pueden enfrentarse a penas de hasta dos años de cárcel y multas de hasta un millón de euros.
Los partidos de la oposición criticaron la legislación. Anna Rossomando, del Partido Demócrata, la calificó de "irrazonable y totalmente alejada de las sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos". Alessandra Maiorino, vicepresidenta del Movimiento Cinco Estrellas en el Senado, tachó la ley de "vulgar especulación para apuntarse un tanto puramente propagandístico a costa de niñas y niños".