Alerta verano: cómo cuidar a nuestras mascotas

El veterinario Rodolfo Basaldúa mencionó los aspectos a tener en cuenta frente a las altas temperaturas y brindó recomendaciones. También se refirió a los problemas que genera la pirotecnia.

Los perros y gatos, las mascotas más comunes, son más sensibles que los humanos al calor y están expuestos a diversos riesgos para su salud e incluso su comportamiento: golpes de calor, deshidratación o una mayor agresividad son algunos de los más comunes.

En este contexto, el veterinario Rodolfo Basaldúa visitó el estudio de Contacto y brindó algunas recomendaciones frente a las altas temperaturas. Asimismo, cuestionó el uso de la pirotecnia y su efecto perjudicial en los caninos.

Sobre lo que se debe hacer y lo que no durante el verano, Basaldúa consideró que simplemente “hay que tener un poquito de sentido común”.

“El animalito necesita un lugar aireado, con sombra, con agua fresca, sobre todo cuando a la hora de la siesta o cuando hace más calor” resumió, y recalcó que “los paseos se tienen que realizar muy temprano o a última hora de la tarde”.

Bajo ningún punto de vista, añadió, hay que dejar a las mascotas solas dentro de los vehículos: “Ni hablar de esos descuidos que pasan cuando alguien se va al supermercado o al centro a hacer compras y lleva al perro. Dice ‘bajo cinco minutos nomás’, cierra el auto y se va. Para los perros eso es una trampa mortal directamente”.

Sobre la costumbre de algunas personas de salir a trotar o a correr con su mascota, el veterinario también lo desaconsejó y contó que por hacerlo “hemos tenido casos fatales”.

En este sentido, pidió prestar atención a las señales de alerta: “Hay que abrir bien los ojos cuando el animal empieza a jadear, está descoordinado, se le ponen rojas las mucosas, se tambalea…y ni hablemos cuando ya empiezan a ponerse las mucosas azules, la lengua azul, o tiene vómitos espumosos. Es muy peligroso. Ya cuando tomamos la temperatura y está por 42 grados empiezan los problemas multiorgánicos que muchas veces son fatales”.

En esos casos, lo primero que hay que hacer “es llevar al animal a la sombra y mojarle la cabeza, el cuerpito y las patitas, no con agua helada sino con agua de la canilla. Y ya comunicarse con un veterinario de urgencia, porque ese animalito tiene que ir directo a recibir suero, hay que bajarle la temperatura y darle toda la medicación para que no llegue a situaciones extremas”.

Basaldúa hizo hincapié en las dificultades respiratorias que acarrean aquellas razas de perros braquicéfalos, como el Bulldog Francés, que tienen su hocico corto o aplanado, y señaló que durante el verano sufren aún más. No obstante, aclaró que todos los perros eliminan el calor a través del jadeo y que eso es normal: “Ellos jadean y después tienen pequeñas glándulas en las patitas, pero nada más, no es como nosotros que transpiramos y así podemos expulsar el calor” comparó.

Otros cuidados, añadió el veterinario, tienen que ver con la alimentación, para evitar el sobrepeso o la obesidad que en verano traen mayores complicaciones.

La estación también acarrea el problema de los ectoparásitos, sobre todo las garrapatas, lo cual puede producir dermatitis. “Por eso una vez al mes hay que darles a nuestras mascotas pastillas o pipetas para liberarlos de todos esos parásitos que les inflaman la piel, los hacen sentir incómodos y se rascan, lo cual genera más jadeo” recomendó el profesional en diálogo con Carlos Monges.

Con respecto al pelaje, “Rodi” Basaldúa sostuvo que “a los animales con pelo largo no hay que cortárselo”, y explicó: “Sí cepillarlos, porque de esa manera eliminamos el pelo muerto, pero no pelarlos porque el pelaje actúa como aislante térmico, tanto del calor como del frío”.

En aquellos casos de perros y gatos albinos se debe restringir completamente la exposición al sol desde las 10 de la mañana hasta las 18 horas, ya que, explicó el profesional, la condición de su piel los hace muy propensos a contraer cáncer.

Los peligros de la pirotecnia

A días de las fiestas de fin de año, Basaldúa fue categórico al hablar de los fuegos artificiales y consideró que se deberían prohibir ya que “para algunos perros es terrible”.

Al respecto contó que en su consultorio, ubicado en la esquina de Vicente López y Vélez Sarsfield, “hemos tenido casos de perros que se estrellan contra los vidrios del miedo y llegan todos cortados. Perros que se escapan y no saben a dónde van por el miedo. Cuando escuchan el estruendo ellos no saben lo que está pasando, incluso algunos quedan con un shock por varios días”.

“Por suerte la pirotecnia se usa cada vez menos, pero tenemos que ser conscientes que los perros sufren extremadamente el tema de los ruidos de los petardos” remarcó.

En esos casos, los cuales se pueden identificar cuando el animal también sufre - por ejemplo - con las tormentas eléctricas, “generalmente se los deja en lugares seguros, que no tengan cómo lastimarse, con la televisión prendida y a volumen fuerte”.

“También vienen ansiolíticos o tranquilizantes para ese momento. Si vos ya sabés que es un perro que con las tormentas y con los truenos ya se enloquece, es muy conveniente usar ese tipo de medicación” cerró.