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24-12-2024

Las mascotas frente al uso de pirotecnia

Los estruendos, luces brillantes y vibraciones pueden afectarlas. Proporcionar un ambiente tranquilo, con ruido blanco y compañía son las claves para que no sufran o se escapen.

 

La llegada de la Navidad y los festejos por Año Nuevo son sinónimo de festejos, reuniones, comida y regalos. Pero no todo es felicidad ya que también augura la aparición de fuertes estruendos y explosiones producto del uso de fuegos artificiales y pirotécnia por parte de muchas personas durante varios días, pero que se intensifican durante los primeros minutos pasadas las 00 del 25 de diciembre y 1º de enero.


Esto afecta principalmente a las mascotas, en su mayoría perros y gatos que producto de estos fuertes ruidos, producto de su mayor sensibilidad auditiva, sufren un gran estrés en estas fechas.


Para obtener recomendaciones y consejos a la hora de cuidar a las mascotas en estos momentos sin que la pirotecnia genere consecuencias graves en las mascotas, Verte dialogó con Laura Sosa, veterinaria local.


“El ruido intenso, los destellos de luz y las vibraciones les dan un gran estrés y ansiedad, despertando la respuesta de lucha o huída, que se manifiesta con aumentos de la frecuencia cardíaca, respiración acelerada y una sensación general de pánico” explicó la profesional.


Otros síntomas son temblores, ladridos o maullidos excesivos, búsqueda de refugio, desobedecer órdenes o comportamientos inusuales. “Estas son las razones por las que muchas veces pueden autolesionarse, saltar vallas o ventanas y escapar” indicó.


Ambiente tranquilo


Frente al inminente escenario, Sosa enumeró diversas opciones para que la situación sea lo menos traumática posible para las mascotas.


En primer lugar, expresó que “crear un ambiente tranquilo y seguro es fundamental” y que lo ideal es mantenerlos dentro de la casa donde “las luces y ruidos son menos intensos, con luces atenuadas y todas las comodidades como su cama, agua y juguetes para sentirse a gusto”.


El uso de música o ruido blanco también es una gran opción según la profesional, ya que “sonidos de la naturaleza, un ventilador o hasta un aire acondicionado pueden amortiguar los ruidos y explosiones del exterior”.


Un plus para terminar de crear una atmósfera placentera para las mascotas puede ser la inclusión de difusores o sprays con feromonas sintéticas calmantes que ayudarán a reducir la ansiedad. “Pueden aplicarse en la cama o zona de descanso para relajarse” informó Sosa.


En cuanto a otro método que muchos dueños utilizan, como lo son las gotas u otro tipo de medicamento sedante, la veterinaria enfatizó en que “si tu mascota es extremadamente sensible al ruido y las recomendaciones no surten efecto, con previa consulta a un veterinario, pueden suministrarse ansiolíticos para calmarla”.


¿Habitación aparte?


Esta práctica es una de las más comunes durante esos minutos donde la pirotécnia es constante. Ante la consulta, la profesional argumentó que “tiene pros y contras. Es buena idea para evitar que se escape y reducir la exposición al ruido pero si sufre de fuerte ansiedad por estar solo o en espacios cerrados podría ser contraproducente”.


“En algunos casos, sobre todo en los animales que son muy activos o tienen mucha energía, pueden volverse destructivos en un espacio cerrado” sostuvo.


“Lo ideal es preparar el ambiente para que no haya ningún elemento con el que pueda lastimarse o romper y tenga sus objetos personales. También ofrecerle apoyo emocional cada cierto tiempo para reducir su ansiedad” agregó Sosa.


En todos los casos, la veterinaria enfatizó en que lo importante es “la prevención y la preparación”.


“Evitar que puedan escapar por ventanas, puertas u otro hueco del hogar, especialmente durante el brindis o momentos de descuido es sumamente importante. En el peor de los casos, asegurarse de que tenga una identificación actualizada, con placa o microchip con número de teléfono y dirección” indicó.


Por último, destacó la importancia de no regañar a las mascotas por ladridos, maullidos o intentar esconderse: “Siempre hay que hablarle con voz suave, mantenerse cerca de ella y recompensar el comportamiento tranquilo”.

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