“Mi meta es llegar a Europa y jugar en la Liga ACB”

Gonzalo Amán, de paso en Olavarría por las fiestas, cierra un año inolvidable: el de su estreno en la Liga Nacional con la casaca de Peñarol de Mar del Plata.

Si hay un día y un partido inolvidable en la carrera de cualquier deportista es el de su debut en la elite y ello aconteció en este 2024 -que en horas terminará de consumirse- para Gonzalo Aman, una de las apariciones más prometedoras del básquetbol de Olavarría en las últimas décadas.

Fue el pasado 27 de noviembre, cuando su equipo Peñarol recibió y derrotó 87-61 a San Martín de Corrientes en el Polideportivo "Islas Malvinas" de Mar del Plata.

Su rostro de adolescente y la talla que sigue para arriba no tardó en hacerse notar en Villa Floresta, donde Gonzalo está de regreso en la casa de los viejos por estas fiestas y por unas pocas horas, hasta reintegrarse a los entrenamientos del “milrayitas” con vistas a la continuidad de la Liga Nacional de Básquetbol y otros compromisos con las formativas.

“Fue un año muy bueno, tuve mucho desarrollo. Arranqué jugando en las inferiores de Peñarol y este año salimos campeones en Sub 17 y Sub 19; después estuve en la selección de Mar del Plata, pudimos ganar el Zonal y perdimos la final del Provincial, pero también fue muy positivo” contó.

“A nivel de Liga Nacional pude entrenar con el equipo y jugar en la Liga de Desarrollo, que obviamente ayuda muchísimo, porque es el mejor nivel que tengo para jugar en la Argentina” sintetizó el pibito que empezó tratando de alcanzar el aro con sus lanzamientos en Estudiantes mientras sus dos hermanos, hoy en Atenas de La Plata, ya jugaban en las formativas albinegras.

También han contribuido en este proceso de formación los entrenamientos con los más grandes. “Son jugadores que me sacan muchísimo tamaño, de mucha edad y entrenando todos los días con ellos me permite asimilar un montón de cosas. Peñarol tiene jugadores de muy buen nivel, como Thorton, que fue jugador de NBA y se aprende mucho mirándolo” valoró.

Volvió a Olavarría con un inmejorable boletín de calificaciones de sus entrenadores: “Vieron que mejoré mucho y me dicen que le siga metiendo. Ellos me ayudan, me corrigen cosas, siempre tienen algo para decirme”.

Su roce en el máximo nivel arrancó con la pretemporada, cuando Peñarol aún estaba armando el plantel para la LNB. “Apelaban mucho a los jugadores de Liga de Desarrollo para poder completar equipo y estuvo muy bueno”.

Fue como un anuncio que se terminó de confirmar aquella noche de finales de noviembre, con sensaciones que aún le resultan difíciles de explicar.

“Cuando estaba en la cancha pensaba ‘qué locura lo que estoy haciendo’, no lo podía creer” confesó Gonzalo, admitió que “un poco me temblaban las piernas” y recordó que en su primera pelota como jugador de la elite “vi un mano a mano y me fui a la esquina”.

“No tuve la oportunidad de tomar un tiro, pero fue hermoso” rescató.

Sus expectativas para 2025 están claras. “Me gustaría seguir entrenando con la Liga, obviamente, mejorar en lo individual y seguir jugando mucho con el equipo de la Liga de Desarrollo” dijo.

Si bien sus roles sobre el “parquet” son de “uno” o de “dos” a Gonzalo le encanta hacerse cargo de la pelota y conducir los movimientos de su equipo y tiene modelos.

El primero de todos es otro ex Peñarol, Facunfo Campazzo. También se mira en el espejo de su ex compañero Joaquín Valinotti y de José Vildoza para llegar a concretar algún día su gran ilusión. “Mi meta es llegar a Europa y jugar en la ACB” reveló.

Un camino de sueños que seguirá transitando desde el 4, cuando regrese a Mar del Plata para volver a los entrenamientos con Peñarol.