06-01-2025
Nahuel Roselli metió este domingo una murra como tantas que daba con la camiseta de Kimberley de Mar del Plata. Esta vez el árbitro no hizo la vista gorda y aplicó el reglamento.
Foto: Claudio Stular
Desde que se conoció la grilla de refuerzos de Ferro para este Federal Amateur a Nahuel Roselli lo estaban esperando en el Parque Olavarría, no por nada especial, sino para verificar cómo se iba a comportar con la camiseta del carbonero sin un “arbitraje a medida” como de los que dispuso en los Federales anteriores con la camiseta de Kimberley de Mar del Plata.
En el partido de ida de una de las semifinales vio enfrente al mismo rival al que había dejado en el camino en las dos temporadas anteriores, aunque esta vez Roselli leyó mal uno de los colores en las bandas verticales de la casaca de Ferro. El otro es igual.
Creyó estar viendo verde en lugar de celeste, interpretó que aún seguía en Kimberley y metió una de esas murras que cuando estaba en el “dragón” marplatense pasaban por alto todos los árbitros del Torneo Federal.
La entrada sobre el filo de los 20’ del segundo tiempo a Alejo Ponzi no fue muy distinta a las que Roselli había repartido en tres de los cuatro enfrentamientos previos con Racing (menos la revancha del año pasado, que no hizo una infracción y la rompió toda en la mitad de la cancha).
Sobre todo, la andanada de patadas que sirvió en el partido de ida de 2024 contra Racing en Mar del Plata, cuando hizo tres o cuatro o cinco para roja directa y siguió en la cancha con el casillero de tarjetas en blanco.
La única diferencia es que esta vez en el "Colasurdo" no había un árbitro con un parche tapándole cada ojo, cobró lo que tenía que cobrar y Ferro se quedó sin una de sus principales figuras (quizás en la que hizo la mayor inversión económica) para el partido que definirá a uno de los finalistas de la Región Pampeana Sur del TRFA.
Lo que se dice leer mal el contexto.