“La demanda sería contra el agresor y el organizador”

Habló el abogado de Diego Barzola, el futbolista agredido este miércoles durante un partido de fútbol aficionado, que sufrió una doble fractura de maxilar con desplazamiento de la mandíbula

Diego Barzola abandonó este viernes el Hospital “Dr. Héctor Cura” y se encuentra en su hogar, a la espera de la compleja intervención quirúrgica a la que será sometido como consecuencia de la doble fractura sufrida el pasado miércoles en su cara, al ser agredido durante un partido por el certamen de Colonias y Cerros en la cancha de Embajadores.

En este plano está en marcha la causa judicial contra el agresor (Alejandro Gastón Pérez) y eventualmente la organización del certamen, así como el pedido de presupuesto a los profesionales que llevará a cabo el procedimiento, encabezados por el Dr. Rodrigo Campagnale.

Jonathan Oliva Pícaro, abogado de Diego Barzola, suministró este viernes detalles del caso. “Diego se encuentra en la casa, pero pendiente de una intervención quirúrgica debido a una doble fractura de maxilar con desplazamiento de la mandíbula” dijo.

“Estamos a la espera de las placas de titanio que vendrán del exterior y una vez que se tenga ese material faltaría el presupuesto de los honorarios de los profesionales que van a intervenir en la operación, motivo por el cual se requiere no sólo de un material específico, sino también de un especialista en la materia que se dedique exclusivamente a ese tipo de cirugías” dijo.

En el plano legal, Oliva identificó las responsabilidades: “El primer responsable obviamente es el agresor, porque acá hubo una conducta totalmente antideportiva; no fue un accidente propio del fútbol. Acá hubo una conducta maliciosa con la intención de lastimar y desde el punto de vista penal estamos hablando de por lo menos lesiones graves”.

“En el Código Penal, los artículos 89, 90 y 91 establecen la distinción entre lesiones leves, graves, y gravísimas. Acá, en principio, estamos hablando de lesiones graves, que podrían tornarse gravísimas dependiendo incluso de cómo salga la intervención quirúrgica” planteó.

Las responsabilidades no quedarían allí. “Si bien el agresor sería el primer responsable, existe una suerte de responsabilidad oblicua o refleja por parte del organizador del evento deportivo, que como todo organizador tiene cierta responsabilidad, que se delimitará jurídicamente hablando o apelando a la buena voluntad” remarcó.

Oliva destacó la predisposición del máximo referente de la organización, Marcelo Gadea, con quien ya estuvo en contacto.

“Lo puse al tanto de la situación y apelando a su buena fe trataremos de resolverlo en forma extrajudicial” aceptó y sumó que “acá ante una eventual demanda judicial sería no sólo contra el agresor sino contra el organizador del evento”.

Aunque ya han trascendido los valores que demandaría una intervención quirúrgica de esta complejidad, Oliva prefirió no dar números, aunque sería varias veces millonaria.

“Es un presupuesto cuantioso, porque no sólo se trata de los honorarios del profesional que interviene, sino además de materiales como placa de titanio que son importadas y Diego no cuenta con recursos como para poder solventarlo” acotó.

En el plano judicial, Oliva confirmó que este mismo jueves radicó la denuncia penal ante la UFI Nº 7 a cargo del fiscal Cristian Urlézaga.

“Ahora se inicia una investigación penal preparatoria, aunque hay obviamente videos que están en los medios con sobradas pruebas de lo que fue la agresión, con lo cual estamos hablando de una situación que se prueba a sí misma y el agresor va a tener que responder no sólo penalmente, sino civilmente como principal responsable” explicó.

Oliva anticipó que “en el hipotético caso de que podemos acordar extrajudicialmente y que el organizador se haga cargo de solventar estos gastos no habría problemas, de lo contrario iniciaremos las acciones pertinentes contra el agresor, buscando la indemnización y también contra el organizador”.

El abogado de Diego Barzola mencionó también lo que dice la ley para este tipo de agresiones: “Primero el fiscal tiene que determinar la calificación legal. Por 'lesiones leves' es una pena menor, excarcelable y no es detenible; después nos vamos a 'lesiones graves' y estamos hablando penas 6 años, de máxima, que si son agravadas se aumentaría hasta 10 años”.

“Y si estamos hablando ya en el hipotético caso de una lesión es 'gravísima' la sanción sería mucho mayor y se tornaría en un delito no excarcelable, con la posibilidad de una orden de detención en curso” advirtió Oliva.