12-01-2025
Carolina Planes, Directora de Planificación Estratégica del Municipio, reflexionó acerca de los indicadores que arrojó el Censo 2022 para el partido de Olavarría. Lo que implican y lo que permitirán abordar.
La licenciada Carolina Planes, Directora de Planificación Estratégica del Municipio, opinó que los números sobre Olavarría derivados del Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda 2022 constituyen apenas una mirada cuantitativa y que no se trata sino de un punto de partida que permitirá avanzar hacia un estudio mucho más profundo de la realidad olavarriense.
De la labor, que se conoció el fin de semana pasado, participaron todas las dependencias de la Dirección: la Coordinación de Gobierno Digital, la Coordinación de Gobierno Abierto y la Coordinación de Planificación y Evaluación.
“Cuando se realiza un censo se hace un barrido de todo el territorio nacional y eso entrega datos muy importantes. Primero se entregan los datos preliminares y después los definitivos datos desagregados a nivel Partido” apuntó Carolina.
“Podíamos saber cuánta población total tenía el partido de Olavarría, cuánto acceso a determinados servicios o población según un género, pero dentro del Partido no contábamos con las herramientas para desagregarlo” contó.
Esos números fuertes se conocieron recién en octubre de 2024. “Al habilitarse la base REDATAM, que es la que nos permite procesar estos microdatos, ahora podemos desagregar hasta el nivel del radio censal, que es la unidad mínima territorial sobre la que se organiza el censo” acotó.
Carolina mencionó que tales radios están definidos por un agrupamiento de viviendas y que no tienen una extensión definida.
A partir de esto, “lo que podemos hacer ahora es tomar la base de los radios censales georreferenciada, ver a qué territorio corresponde cada radio censal y aplicarles los valores del Censo: cuánta población tiene ese radio censal, cuál es la estructura por edad y género, cantidad de viviendas, cantidad de hogares” explicó Carolina.
“Lo pudimos empezar a ver no sólo para el total del Partido, sino que pudimos discriminar los datos que corresponden a la localidad cabecera o al centro poblado de otras localidades”.
A partir de ese grupo de radios censales asociados a las localidades se pudo definir los valores de los diferentes indicadores para las mismas.
Observó que el acceso a estos datos es muy significativo porque permite discriminar la información de las diferentes zonas del territorio dentro de Olavarría y se pueden ver y analizar particularidades.
Como por ejemplo, cuál es la localidad más poblada; en qué varía la estructura de población por edad entre zonas rurales y zonas urbanas, entre otros. Esto permite observar procesos más internos del territorio.
El número grueso, el dato cuantitativo da cuenta de que en ese momento del año 2022 Olavarría tenía poco más de 122 mil habitantes en viviendas particulares y a partir de allí se pudieron conocer particularidades al interior de ese número, aunque Carolina es muy prudente en tal sentido.
Aclaró que lo que se publicó es un reporte inicial con indicadores básicos y el mapa que permite acceder a los mismos indicadores básicos por radios censal. Además, en el mapa, es posible seleccionar sectores específicos para analizar.
“Esos son saberes básicos. Si nosotros queremos hacer un análisis más profundo, tenemos que trabajar con datos cualitativos” advirtió.
Aclaró que es necesario contemplar otros factores que hacen a la dinámica de un lugar: “Sólo como ejemplo, que una localidad tenga una alta tasa de desempleo, lo que se puede interpretar también es que hay una mayor expectativa de conseguir trabajo y eso genera un determinado movimiento interno”.
En otros términos, factores históricos, económicos, políticos, culturales, que hacen a la particularidades de cada lugar y son necesarios a la hora de interpretar los datos cuantitativos.
“Lo importante acá es que los datos son indicadores básicos y para hacer un análisis profundo socioeconómico, sociopolítico, socioterritorial hay que seguir trabajándolos con otras dimensiones. También cualitativas de historia, de contexto y demás” remarcó.
“Igualmente -expuso- es muy importante contar con esta información, que los datos estén accesibles para toda la comunidad y además con la facilidad que la base REDATAM es pública y puede acceder cualquier persona. Ahora bien, descargar esta información, procesarla y demás implica alguna serie de conocimientos mínimos”.
Por parte del Municipio, al publicar el informe, el objetivo -subrayó- es “facilitar el acceso al común de las personas, que no sea necesario un conocimiento específico para poder llegar a esa información y que en caso de que quieran construir algún dato puntual, el mapa lo facilite”.
Uno de los números que dejó el Censo es este 52% a 48% de diferencia entre las personas que se perciben del género femenino sobre las que se perciben del género masculino.
“Generalmente en las zonas urbanas el índice de feminidad es más alto que el de masculinidad y -aunque tampoco quiero hacer como que es siempre así- en zonas rurales dispersas, donde no hay un centro poblado, el índice de masculinidad se incrementa y esto tiene que ver con que allí históricamente los trabajos han estado vinculados a los hombres” recordó.
En el mismo sentido, sumó que “en los centros poblados, sean rurales o urbanos, se incrementa generalmente la cantidad de mujeres porque hay más instituciones asociadas a la crianza, históricamente delegada en las mujeres”.
En estos lugares “también se incrementa la cantidad de niños, niñas y adolescentes porque tienen acceso a la educación, a la salud y más”.
Carolina insistió que “para analizar un lugar específico hay que meterse en ese lugar y hacer un informe puntual”.
Ante la consulta sobre la vinculación del acceso a los servicios y su impacto en la calidad de vida de la población, indicó que es necesario profundizar en cada zona.
Si bien “el acceso a servicios es un indicador que se toma para definir la calidad de vida, en la totalidad del territorio de la Argentina hay una serie de servicios que en las zonas rurales tienen mucha menos presencia que en las zonas urbanas” señaló.
“Para hacer un análisis de en cuánto influye en la calidad de vida de nuevo tenemos que entrar en dimensiones cualitativas. ¿Qué implica ese no acceso? No podemos usar los mismos parámetros para cualquier zona, sino que debemos usarlos en su particularidad” subrayó.
En este caso dio como ejemplo que “el servicio de cloacas en general siempre es el que menos cobertura tiene; pero cuando uno ve en el Censo hogares que tienen descarga a pozo con cámara séptica en ese hogar no hay necesariamente una distinción respecto a la calidad de vida con los que tienen cloacas. Es decir, no es el único indicador para definir la calidad de vida. Es necesario tener en cuenta otras dimensiones, como la economía del hogar; el acceso a educación, etc”.
“Ahora, si lo tenemos que pensar (el acceso a servicios) a nivel partido o a nivel localidad, ahí se tiene que ver qué es lo más conveniente”, agregó en términos de planificación urbana.
Como reflexión final acerca de esta serie de indicadores que emanan del Censo 2022, Carolina insistió en “ser bastante cauta cuando hablamos de números, porque son los que más llaman la atención y si se toman de manera aislada no siempre derivan en un buen análisis”.
“Entonces más allá de qué datos me llamen la atención a mí, la reflexión final es sobre la importancia de la herramienta y lo que nos permite seguir trabajando. Esto es un punto de partida y nos parecía muy importante que se tenga acceso a esta información de una manera sencilla”.
Calificó a estos números como “un disparador para seguir pensando análisis específicos. El Censo tiene muchos otros datos más, que se pueden seguir cruzando con la base REDATAM, es la base sobre la cual podemos seguir pensando otras cosas y eso me parece que es importante”.
Aclaró, además, que si al consultar los datos se generan dudas o dificultades para acceder, se pueden contactar con la Dirección a través del portal de gobierno abierto.