20-01-2025
A Eduardo Antonio Bustos lo asesinaron de un disparo con un arma calibre 22, reveló la autopsia. El autor del crimen es buscado por la Policía. Este lunes apareció la camioneta de la víctima
Un hombre de 55 años fue encontrado muerto en Azul, y con el correr de las horas, la información recabada reforzó la hipótesis del homicidio.
El sábado, alrededor de las 23, en respuesta a un llamado al 911 agentes policiales se hicieron presentes en la vivienda donde el hombre se domiciliaba y fue hallado sin vida.
De acuerdo con lo consignado en un reporte policial, en la cocina de ese inmueble al martillero Eduardo Antonio Bustos lo encontraron muerto un sobrino suyo y un amigo de ese joven, quienes inmediatamente se comunicaron con el teléfono de emergencias de la Policía.
El cadáver yacía tirado en el piso de la cocina. Y a un costado de su cabeza se hallaron manchas de sangre producto de ese disparo que recibió, según lo determinado a través de la autopsia realizada este domingo.
En un principio, al constatarse que dentro del inmueble no había desorden, daños ni faltantes de elementos de valor, se creyó que el deceso de Bustos obedeció a causas naturales.
Posteriormente, cuando un médico constató que el martillero estaba muerto, se decidió trasladar al cadáver para la necropsia. La intervención reveló que había sido asesinado de un disparo.
Un primer informe de esa necropsia revelaba que Bustos presentaba un disparo a la altura de la sien, en la denominada "región fronto parietal derecha".
En esa parte de la cabeza de la víctima de este crimen había sido hallado un pequeño orificio de ingreso de la bala que acabó con su vida, a través de un disparo que los investigadores constataron que fue efectuado con un arma de fuego calibre 22 que hasta el momento no ha podido ser hallada.
Al confirmarse que Bustos fue asesinado, este domingo por la tarde la casa donde vivía y en la que horas antes había sido encontrado sin vida se convirtió nuevamente en escenario de diferentes diligencias encabezadas por los agentes de la Policía Científica, contando con la colaboración de efectivos de seguridad de más dependencias con asiento en Azul. Los policías de la Científica realizaron un nuevo relevamiento del inmueble, con la finalidad de hallar pistas que conduzcan hasta el autor de este crimen.
Bustos se domiciliaba en una propiedad ubicada sobre la calle Rauch, a pocos metros del cruce con Yrigoyen, en la cuadra también comprendida por Belgrano y donde está situada la inmobiliaria en la que desde hacía varios años desarrollaba su labor profesional como martillero.
Estuvieron presentes durante el mencionado relevamiento del inmueble autoridades judiciales y policiales. Entre ellas, Mariela Viceconte -la fiscal que transitoriamente está a cargo de la investigación penal iniciada por este asesinato- y el comisario Rafael Ábalo, el titular de la Estación de Policía Departamental de Seguridad Azul que depende de la Superintendencia Región Interior Centro de la Bonaerense -con sede en Roque Pérez- que conduce el comisario General Carlos Giménez.
Ahora, al confirmarse oficialmente que Eduardo Antonio Bustos fue asesinado, de fundamental importancia para el esclarecimiento de lo que pasó resulta recolectar registros de cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones de la vivienda donde lo encontraron sin vida. Una tarea que también continuaban realizando los policías ligados a esta pesquisa.
En tanto, mientras se busca reconstruir las últimas horas con vida del martillero -a través de declaraciones de testigos contactados por el personal policial-, otra novedad importante se relaciona con una camioneta de su propiedad.
La Chevrolet S10 estaba siendo buscada por la Policía y finalmente fue hallada en la madrugada de este lunes en la zona de Olavarría y Cáneva. Dentro del vehículo abandonado no se encontraba ni el arma utilizada ni el DVR con las imágenes de las cámaras de seguridad de la vivienda. El homicida no sólo tuvo la precaución de llevarse el DVR sino que dejó activada la alarma de la casa y la puerta cerrada con llave.
La causa penal que se inició había sido definida en un principio como "averiguación de causales de muerte". Y después fue recaratulada a un "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego".
Ese expediente iba a quedar radicado en la UFI 13, la Fiscalía que en los tribunales de Azul conduce Adrián Peiretti, quien también este domingo estuvo presente en la escena del crimen.
Con información de Diario El Tiempo y Somos Azul.