30-01-2025
Este jueves el Tribunal de Penas dictó la suspensión del estadio “Domingo Colasurdo” por dos meses y además Ferro deberá abonar el valor de cien entradas por tres fechas.
Ferro no sólo perdió en la cancha ante Costa Brava, sino también en los escritorios. Se conoció ayer por la tarde una dura sanción del Tribunal de Penas del Consejo Federal por los incidentes acontecidos antes, durante y después del partido de ida de la final de la Región Pampeana Sur ante Costa Brava, celebrado en el estadio “Domingo Colasurdo”.
Tras conocer el informe del árbitro de aquel encuentro, Carlos Nicolas Salinas, el ente punitivo dio a conocer su resolución.
Sancionar a Ferro con la suspensión de su estadio por dos meses y el valor de cien entradas durante tres fechas. El equivalente a un monto aproximado entre un millón y medio de pesos y dos.
El colegiado dejó informado que “a los 41 minutos de juego tuve que detener el encuentro porque de la parcialidad local arrojaban objetos (encendedores) a los jugadores del club visitante. Al dialogar con el jefe del operativo, el subcomisario Oscar Ditz, me dio las garantías para continuar.
“Ya en la segunda parte el encuentro estuvo detenido a los 20 minutos de juego porque la parcialidad local empezó arrojar piedras botellas de vidrio y plástico al banco de suplentes del club visitante (sin haber lesionados) el jefe del operativo coloca efectivos policiales en ese sector y me da garantías para seguir.
Al finalizar el encuentro tuvimos que permanecer en el campo de juego por 20 minutos aproximadamente ya que la parcialidad local seguía arrojando objetos contundentes a la terna arbitral y al equipo visitante.
También declaró que “no recibimos el monto por el arancel y el viático del encuentro ya que el club local se negó a abonar...."(SIC)
En el descargo Ferro argumentó que “el cotejo desde el principio se desarrolló en un marco de molestias del público hacia el actuar del árbitro y de algunos jugadores del Club Costa Brava. De igual manera el desarrollo del juego fue interrumpido incontables veces por el árbitro, en particular cuando el equipo que atacaba era el Club Ferrocarril Sud”.
“Estas conductas generaron un clima de enojo en los miles de hinchas locales. Sin perjuicio de lo cual la conducta de la enorme mayoría fue de tolerancia ante lo que se consideran evidentes errores arbitrales” .