24-02-2025
En el PIO V de Olavarría funciona un Centro de Almacenamiento Transitorio (CAT) de recipientes vacíos de fitosanitarios, que luego son derivados en el reciclado para usos no domésticos.
El destino de los envases vacíos de productos químicos que usan en el agro siempre fue una preocupación mayor en tanto exista el riesgo de afectar a la salud humana y en el caso de los fitosanitarios la cuestión está reglamentada con la promulgación de la Ley Nacional de Envases Vacíos de Fitosanitarios que lleva el número 27.279.
“La Ley propone un marco para gestionar de forma diferenciada los envases de agroquímicos, ya que reconoce la peligrosidad del producto que contienen. La normativa establece que las empresas que colocan el producto en el mercado tienen la responsabilidad de financiar y adherirse al sistema de gestión especial. Además, clarifica las responsabilidades del resto de los actores vinculados a los agroquímicos” explicó Sofía Bayley, investigadora egresada de la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la FAUBA.
“El productor tiene que transportarlo en cualquier vehículo hacia el Centro de Almacenamiento Transitorio (CAT) más cercano. En esos lugares se clasifican para reinsertarse en la industria o para incinerarse en condiciones controladas” precisó.
En el PIO V de Olavarría funciona un Centro de Almacenamiento Transitorio (CAT) que se encarga de recibir estos envases fitosanitarios, que en primera instancia tienen como objetivo la protección de la salud humana y luego son derivados al reciclado para distintos usos.
El ingeniero agrónomo Julio Pagola forma parte de la Asociación Civil Campo Limpio, con jurisdicción sobre Olavarría, una organización cuya misión es diseñar e implementar un sistema para recuperar los envases vacíos de fitosanitarios utilizados en el campo, promoviendo la sustentabilidad y el cuidado del ambiente.
“¿Qué es un CAT? Es un centro de almacenamiento transitorio y el de Olavarría funciona ya hace casi cuatro años. Ahí el productor puede ir lunes, miércoles y viernes de 8 a 12 a llevar sus envases de fitosanitarios” explicó.
“Esto está regulado por la Ley 27.279 y nosotros estamos regulados por el Ministerio de Ambiente de Provincia de Buenos Aires. Estamos hablando de fitosanitario, acá no entran ni fertilizantes ni envases de productos veterinarios, sólo envases de fitosanitarios que son usados en el campo, normalmente por pulverizadores” aclaró.
Pagola dijo que el CAT de Olavarría y todos sus similares reciben “envases de plástico de 20 litros, de 10 litros, de 5, de 1 litro y algunos más chicos de 250 ó 100 centímetros cúbicos.
Después también tenemos envases que son vejigas, que son plásticos amorfos con líquido; cajas que llevan esos fitosanitarios que -a pesar de no ser fitosanitarios- también las tenemos que recibir porque están contaminadas con fitosanitarios porque estuvieron adentro las botellas”.
“Los recibimos en cada Centro de Almacenamiento Transitorio y en los lugares donde no hay centro hacemos jornadas itinerantes, donde nosotros llevamos el camión un día y durante determinada cantidad de horas el productor puede ir con los envases y cumplir la misma función” acotó.
Según lo que dispone la Ley, el productor tiene que acercar el recipiente con triple lavado o lavado presión. “El envase tiene que estar limpio. Este sistema se hace durante la pulverización y cuando el envase se va terminando el pulverizador tiene que ir lavándolo. Le hace tres veces el lavado con agua limpia, tira dentro del pulverizador y queda limpio el envase de plástico”.
“Este envase tiene que quedar sin líquido, por eso nosotros recibimos envases vacíos, sin líquido y seco. Y también tiene que estar perforado para inutilizarlo. ¿Por qué inutilizarlo? Para que no se use en otra situación” advirtió.
La Ley 27.279 llegó para ordenar todos los envases que estaban en el campo y que todo el plástico que se vende de fitosanitarios vuelva al circuito reciclado.
“A medida que se va llenando el depósito del CAT se va enviando a tres operadores que están aprobados por el Ministerio de Ambiente de Provincia, donde se hace el chipeado, ese plástico se va haciendo cada vez más chiquito y después el operador lo vende a la industria” mencionó el ingeniero Pagola.
“Nosotros nos ocupamos de llevarlo al operador y hacemos el seguimiento hasta que termine en la industria” sumó.
A ese plástico que abandona las responsabilidades de cada Centro de Almacenamiento Transitorio se lo trata de reinsertar en el circuito económico con otros usos.
“Hay seis siete usos responsables, que no son de uso doméstico. Lo que se hace con esta ley es que el plástico salga del uso doméstico. Antes alguien en el campo tenía este bidón y lo usaba para bebedero, para comedero de aves o para agua de la casilla. Eso hoy está prohibido; no se pueden reutilizar, ni quemar en el campo o vender para otros usos. No puede ir a la casa de una familia” subrayó.
“En algunos lados se están haciendo varillas para el campo o también los caños que recubren la fibra óptica. O sea, no tiene que ser de uso doméstico y tiene que estar autorizado por el Ministerio de Ambiente” enfatizó.
Para asegurar el camino del bidón hasta que se reconvierte, Pagola reveló que “seguimos toda la trazabilidad desde que recibimos el envase hasta que llega a la industria”.
El titular de la de la Asociación Civil Campo Limpio celebró los avances registrados desde que entró en vigencia la Ley: “A nivel país estamos en 90 centros de almacenamiento, tenemos presencia en 21 provincias, más jornadas de recepción y jornadas de capacitación tanto a productores, como a pulverizadores y escuelas agrarias para que los chicos empiecen a aprender qué se tiene que hacer y qué no se tiene que hacer con ese plástico”.
“En 2024 recuperamos más de 4.600.000 kilos de plástico de agroquímico, un 40 por ciento más de lo que se había recuperado el año anterior. O sea que estamos creciendo muchísimo, se está recuperando muchos envases y esto es porque también están los centros de almacenamiento, porque están las jornadas de recepción itinerante, porque también están las jornadas de capacitación y porque el productor está tomando conciencia” resaltó el ingeniero Pagola.
En este sentido, apuntó que “hay envases A y envases B, lo que se puede reciclar y lo que no y cuando a uno le llega todo eso en un CAT o en una jornada el productor recibe un certificado de campo limpio, que es el certificado legal que debe tener”.
Es un proceso que tiene tiempos taxativos: “Cuando el productor compre un envase tendrá un año para almacenarlo en el campo vacío y dentro del año lo deberá llevar a los centros de almacenamiento para recibir el certificado que constate la baja el stock de envases vacíos. Esto es para que se pueda devolver al 100%”.
Así se deben guardar los envases vacíos en el campo
La Ley Nacional de Envases Vacíos de Fitosanitarios (N° 27.279) establece las responsabilidades de los distintos actores de la cadena agrícola productiva frente a la disposición de los envases vacíos de productos fitosanitarios.
Uno de estos actores son los productores agropecuarios, que al utilizar estos envases son responsables de su lavado al momento de realizar la carga del equipo y devueltos al sistema de gestión, ya sea en un Centro de Almacenamiento Transitorio (CAT) como en un centro de recepción de envases ubicado en un distribuidor, independientemente de que éste sea el que le vendió el envase lleno o no.
El procedimiento de lavado de los envases puede ser realizado por el productor o por el aplicador, siendo este último corresponsable de que los envases sean lavados adecuadamente mediante las técnicas establecidas en la norma IRAM Nº 12.069.
Esta norma establece que los envases, una vez vaciados, deben ser sometidos a las técnicas de Triple Lavado o Lavado a Presión y luego perforados para su inutilización.
Una vez limpios, los envases pueden ser llevados inmediatamente a un CAT o centro de recepción en el distribuidor. Si no, pueden ser acopiados en el campo, pero debe realizarse de manera segura y cumplimentando las siguientes reglas básicas:
• Disponer de un espacio, cuyo tamaño es relativo a la cantidad de envases que se pueden acopiar por año.
• El espacio de almacenamiento debe tener un piso impermeable con muretes o paredes de contención de no más de 30 cm de alto para contener potenciales derrames.
• Se debe contar con 4 postes que sustenten una malla metálica o alambre tejido para cercar el espacio.
• Un acceso para los operarios con cierre que evite el acceso para cualquier persona que no tenga experiencia en el manejo de envases vacíos.
• Un techo con alero, en lo posible con pendiente.
• Cartelería indicando el equipo de protección personal que se debe utilizar al momento de acceder al recinto, entre otros.
Estos puntos son lo básico que se debe cumplimentar para acopiar envases de manera segura y responsable en el campo, sin generar inconvenientes a las personas ajenas al trabajo diario, animales y al ambiente.