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Información General “Esperamos que en los próximos días todo vuelva a la normalidad”

09-03-2025

“Esperamos que en los próximos días todo vuelva a la normalidad”

Adrián Guevara, director de Defensa Civil, hizo un repaso de lo acontecido en estos días de crisis climática y analizó las características de la Ciudad para hacer frente a estos eventos.


La pesadilla parece haber perdonado esta vez a Olavarría.


Nada se concretó de lo tan temido a medida que el cuerpo y la mente iban metabolizando desde las primeras horas de la mañana del viernes las advertencias de los funcionarios, los augurios del Servicio Meteorológico, el miedo que transmitían las imágenes que llegaban desde Bahía Blanca, el calor agobiante y la humedad pegajosa de los que sólo se puede esperar lo peor.


No quiere decir que no haya pasado nada, ni omitir el sufrimiento de la gente por las inclemencias del tiempo, en el campo y en la ciudad, sobre todo en los lugares donde el agua volvió a impactar en los sectores más desfavorecidos de la sociedad.


Tampoco que se hayan desvanecido las consecuencias, ni las labores de los servidores públicos afectados a una nueva muestra de que el planeta sigue reaccionando de manera imprevisible ante tanto maltrato.


Adrián Guevara, director de Defensa Civil del Municipio, apuntó que lo de Olavarría no se trató de un fenómeno de sólo cuatro días, que empezó el martes y se terminó el viernes por la noche, sino que todo forma parte de lo mismo con aquella tormenta de febrero que causó daños importantes en distintos sectores de la Ciudad.


“Esto viene sucediendo desde el 22 de febrero, hasta el viernes, que el frente frío ingresó desde el sudoeste y limpió toda esa masa de aire cálida y húmeda que generaba esas tormentas tan intensas, que hacían que caiga tanta cantidad de agua en un corto período de tiempo” analizó Guevara.


“Todo eso -acotó- provocó anegamientos, problemas con la circulación vehicular y una situación compleja en los desagües pluviales, porque la planta urbana no tiene la capacidad de soportar esa cantidad de agua. Sí el resto de los sistemas, canales, arroyo; todo eso se comportó de una forma excepcional” valoró.


El director de Defensa Civil menifestó que lo vivido en Olavarría y gran parte de la provincia de Buenos Aires es un evento hidrometeorológico que, cuando ocurre, hace que algunas situaciones se desborden.


“En ese momento es cuando nosotros tenemos que actuar para poder asistir y llegar a toda la comunidad” apuntó.


En otro momento de la charla, llevada a cabo dentro del edificio de Bomberos, Guevara hizo especial hincapié en la situación de los desagües pluviales de la Ciudad.


“Los desagües siguen funcionando -aclaró-. Lo que pasa es que fueron realizados en su momento para ‘otra’ ciudad, que fue creciendo, hemos dejado de tener grandes superficies que antes absorbía la lluvia caída. Obviamente se hace mantenimiento, se hace limpieza, pero igualmente todos los sistemas van sufriendo el desgaste a medida que pasa el tiempo” reflexionó.


“Lo que antes evacuaba en un determinado tiempo ahora ya no tanto y uno no puede intervenir en ese sentido. Sabemos que no van a resistir tanta cantidad de milímetros en un determinado periodo de tiempo, pero no es un problema de Olavarría, el problema es en todos los municipios de la provincia de Buenos Aires” advirtió.


“Son sistemas que se hicieron hace muchísimos años, diseñados y programados para una forma de vida, un modelo de ciudad y con el avance de todo se vieron minimizados en su funcionamiento” opinó.


Adecuarlos a las necesidades de hoy, en este tiempo económico, además, es una quimera para Olavarría y para cualquier ciudad de esta envergadura sostuvo.


“Son obras majestuosas, que implican millones de pesos. Si una simple red cloacal requiere una inversión millonaria, hacer una nueva red pluvial en una ciudad es algo imposible. Por eso uno siempre trabaja sobre la parte preventiva y sobre la parte que tiene que ver con las acciones del individuo como para evitar llevarle un problema más al problema que tenemos” remarcó.


En cuanto a las consecuencias de la tormenta que pasó por Olavarría desde fines de febrero y prosiguió a principios de marzo, Guevara hizo una evaluación de los daños.


“Hubo muchísimas familias, alrededor de 170, que tuvieron que ser asistidas en todo sentido: había viviendas en las que había ingresado agua, viviendas que se les llovían, que corrían peligro con el tema de la electricidad" dijo.


"La asistencia estuvo, llegamos a todos los domicilios y se iban remediando a medida que uno iba pudiendo en función del tiempo y en función de la característica de la demanda. En los momentos de la ocurrencia del fenómeno lo que uno hace es asistir y ver qué se puede hacer desde lo operativo ” explicó.


Nada terminó para los funcionarios del área con la última nube que se fue del cielo olavarriense. “Seguimos asistiendo y la semana próxima seguro que también. Esto no es una cuestión que se termina tan fácil. No es que dejó de llover y el trabajo de todas las áreas de la Municipalidad cesó” planteó.


Guevara reconoció el nivel máximo de preocupación vivido en el mediodía del viernes, cuando el intendente Wesner decretó asueto y dio una conferencia de prensa en la que alertó que -si se cumplían los pronósticos meteorológicos- la situación podía tornarse “caótica”.


“Por suerte no se concretó. Uno traslada la información que nos nutren los meteorólogos de Defensa Civil de la Provincia y la preocupación era que si se cumplía con lo que se decía íbamos a estar complicados, porque teníamos acumulado de agua importante y una probabilidad de lluvias en el orden de los 70 milímetros, con ráfagas de viento de 90 kilómetros por hora”.


“Factores que evidentemente con la situación que estaba viviendo Olavarría iban a ser muy complejos al momento de evacuar toda el agua y tener que trabajar en lo que eso hubiese generado, como voladura de techos, caída de plantas, postes, cables eléctricos, anegamiento de calles. Hubiese sido muy duro realmente” admitió.


Ayer pudo observarse un nítido descenso en el nivel del Tapalqué, aunque sigue habiendo agua en los campos vecinos que drenan hacia el cauce del arroyo.


“Dejó de llover y por lo menos de acá en adelante vamos a tener una semana sin lluvias. Cuánto tiempo va a demandar el escurrimiento total de las aguas, lo hablábamos con la gente Hidráulica y es muy difícil de calcular y de prever” consideró.


Las características de Olavarría obligan a esta mesura, según Guevara: “El Partido es muy amplio, la ocurrencia de las lluvias es muy dispersa, las situaciones de los campos son distintas, los canales son distintos. Calcular los tiempos es muy difícil. Más allá de los modelos matemáticos que contamos hay tantas variables que es imposible, aunque esperamos que en los próximos días todo vuelva a la normalidad”.


Trabajo que se extenderá en el tiempo. “Nosotros anduvimos por el puente de la Hornos y uno puede visualizar una cantidad importante de árboles y ramas por encima de la línea de flotación. Después hay que ver qué es lo que queda, no solamente en el arroyo, sino en los canales, en volver a poner en orden todo el sistema y empezar a replantearse cómo hacer para mejorar ante este tipo de situaciones” indicó Guevara.


“Todo es un sistema de gestión del riesgo para una mejora continua. Nosotros nos preparamos para el antes, el durante y el después. Se evalúan los procedimientos y eso hace que vayamos mejorando a medida que van sucediendo las cosas” valoró.


El último tema de una charla que dejó algún que otro punto en el tintero, por la magnitud de la coyuntura, fue acerca de las respuestas de las barrancas del arroyo Tapalqué.


“Se ve que en algunos sectores ha habido un socavamiento; en la zona del puente de la Hornos, más allá del puente de Racing también, pero todavía no se puede determinar con exactitud cuál es el daño. Cuando bajen las aguas seguramente la gente que es un poco más entendida en ese tema va a hacer las evaluaciones y dispondrá las medidas a tomar.” anticipó Guevara.
 

 

 

 

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