20-03-2025
El 20 de marzo de 2005 el base apareció en el último suspiro en el gimnasio de Ferro Carril Oeste ante River para meter ese triple que le permitió a Estudiantes mantener la categoría en la Liga Nacional.
En el deporte, salvo unos pocos “condenados al éxito”, suelen haber de las maduras y las verdes.
Estudiantes dejó inscripto para siempre su nombre en letras de oro en la mejor historia del mejor básquetbol argentino de todos los tiempos con el fabuloso ciclo encabezado por Sergio Hernández desde el banco y Daniel Trapani desde las oficinas el Maxi.
Fechas que permanecerán en la memoria por toda la eternidad, como la del 25 de mayo de 2000, cuando se coronó campeón de la mejor final de la Liga Nacional nada menos que ante Atenas de Córdoba y con una multitud pocas veces vista en definiciones de este calibre.
Desde su llegada a la elite de básquetbol nacional, a mediados de la década del 90, durante algo menos de un lustro Estudiantes no dejó de abrazarse con el éxito: otro título de la Liga Nacional en 2001 luego de arrasar a Libertad de Sunchales.
La coronación en la Liga Sudamericana de 2000 cuando limpió de su camino otra vez a Atenas en semifinales y en la final le pasó la escoba a Gimnasia de Comodoro Rivadavia.
En semifinales le había salido una valla intimidatoria, casi insalvable: el Vasco de Gama de Elio Rubens, que tenía que romperse la cabeza para elegir a cinco entre Nené, Janjao, Aylton, Charlie Byrd, Elinho, Demetrius, Sandro Varejao y Grillo Vargas.
Fue cuando Daniel Trapani pronunció aquella histórica frase: “Le vamos a ganar en alpargatas y peleando con escarbadientes”. Y le ganó…
Pero en ninguna gloria que se precie de tal pueden faltar los triples mitológicos: uno de ellos el de Daniel Faranello en el Panamericano de Clubes que Estudiantes se adjudicó en Montevideo.
Pero como lo bueno no dura para siempre, en pocos años Estudiantes pasó a pelearla desde arriba a pelearla desde abajo y otro triple quedó en la historia de su básquetbol en la elite casi a la par de aquellos recuerdos.
Fue el de Juan Manuel Iglesias, con el sonido de la chicharra de la mesa de control en el “Héctor Etchart” de Ferro Carril Oeste, que le permitió vencer a River 89-87 y seguir un año más en la Liga.
De aquel “bombazo” en Caballito este 20 de marzo se cumplen exactamente 20 años.