Darle “Otra Vuelta” a la familia

Cristian Naab dedicó toda su vida a la música y trasladó ese amor a Malena y Nina. Los tres comparten escenario en una banda que nació como punto de encuentro familiar.

La formación de la banda musical “Otra Vuelta” tiene su núcleo en la familia Naab, ya que nació como parte del sueño de Cristian, el padre, de tocar con sus hijas Malena y Nina. Un estudio armado en el living de su casa se volvió el lugar común para ellos.

“Mis amigos me preguntan, ¿cómo haces vos?, uno es médico y el hijo hace otra cosa que no está relacionada a la profesión. En mi caso hemos conservado eso de tener como punto de encuentro la música” remarcó orgulloso Cristian Naab.

Él llevaba ese espíritu musical desde su niñez, aproximadamente de los 7 años que se sentó en el Conservatorio de Música “Ernesto Mogávero”, aunque ni siquiera podía ser alumno regular, ya que las clases comienzan con 9 años. Hoy con 51 años es profesor de música y les transmitió a sus hijas la misma pasión.

Como todos en aquella época, la formación de Cristian se basó en la música clásica, e incluso comenzó a tocar en la iglesia evangélica a la que iban sus padres, algo que no le impidió recorrer otros géneros con su teclado. Junto a su primo durante la adolescencia tocaron canciones de Jose Luis “El Puma” Rodriguez, y hasta formó parte de la movida de la cumbia en los 90’.

“Cuando conocí a la mamá de las chicas, que también hacía música, tenía 24 y tuve que ordenarme porque estudiaba en el conservatorio y un día me dicen, ‘Pero vos no terminaste el secundario, y no podés seguir si no tenés secundario aprobado.’ Yo no quería estudiar, era vago” recordó con respecto a su juventud y la forma en la que se encaminó como docente y padre, tal es así que estudiaba para su examen final de piano con Malena a upa.

Con amigos formó “Siru Giaran” para realizar covers de “Serú Girán” ya que su pasión por tocar no frenaba y sus hijas empezaban a vivir eso. Nina que era muy chiquita cuando comenzó la banda dijo que “si hubiese surgido ahora me haría más feliz porque soy muy fan de Serú”.

Padre e hijas

No siempre hubo tal conexión desde la música. La adolescencia de las chicas las alejó, sobre todo a Nina y ahí Cristian siempre intentó convencerlas de no dejar ese camino: “¿Qué es lo que tenés adentro tuyo? ¿Cuál es tu naturaleza? Y ellas me decían, ‘No, porque a mí no me gusta, yo no quiero.’ Si yo te veo en la cara cuando estamos tocando, la estás pasando bomba” concluyó el padre de las chicas.

Malena y Nina crecieron en un ambiente donde la música para ellas era lo cotidiano, no tenía nada de novedoso y en cierto punto las llevo a un distanciamiento, aunque Nina llegó a la conclusión de que “el destino estaba marcado igual, yo estudié otra cosa del palo del arte, pero no música, mi hermana también y terminamos estudiando y haciendo música”.

“Lo que más quiero es que ellas vivan de lo que les gusta. Escucharon música desde que nacieron, después fueron tocando y desarrollándose para que eso les permita seguir su vida haciéndolo. Para mí es de una satisfacción increíble” opinó Cristian con respecto a sus hijas y su futuro.

Hacer música en familia

Sobre el surgimiento de “Otra Vuelta” Cristian recordó un antecedente: “Esto viene incluso antes de yo estar separado de la mamá de ellas. Hice un intento de armar algo nosotros cuatro, ¿no? Porque realmente teníamos todas las herramientas para poder hacerlo. Y bueno no se pudo, pero llegamos a tocar juntos en el cumpleaños de 15 de Malena”.

La separación, el alejamiento de Nina de la música y la pandemia de por medio enfriaron el proyecto, pero siempre estuvo rondando en la cabeza de Cristian, que reflexionó sobre el por qué de insistir en darle “Otra Vuelta” y dijo que “también es una manera de cultivar la familia”.

“Tenemos una sola discusión que en una canción yo digo que va LA sostenido y ella dice que no” contó Cristian, aunque rápidamente Nina le retrucó que “no, él me decía, ‘estás tocando LA sostenido’ y digo, estoy tocando FA sostenido y me porfió, me porfió eternamente” se rieron los dos al recordar un encontronazo en la sala de ensayo.

“Como he empezado a decir en los ensayos, me empecé a dar cuenta que me estoy poniendo viejo. Así que tenganle paciencia al viejo renegado” se rió Cristian al mencionar que además es el más grande de la formación “pero somos todos amigos” cerró.

Esos mismos ensayos que hoy son la excusa para verse casi todos los días, tal como remarcó Nina con una sonrisa al recordar que “una época no tocamos y se notó que no venía nunca. Ahora que toco con “Otra Vuelta” y con Red Swing también que usamos la sala de ensayo siempre aparezco”.

Malena estudió fonoaudiología y vive en CABA, vuelve cada vez que puede para tocar con su familia y también incursionó en el teatro musical. Por su parte, Nina volvió al conservatorio para terminar sus estudios de música, aunque ya estudió Cine de animación y postproducción.

Todos tienen en cuenta que puede llegar a un final, por los distintos rumbos que tomen sus vidas, pero Nina al final de la entrevista reflexionó sobre qué lugar va a ocupar en su vida la banda. “A pesar de que no vamos a tocar con la frecuencia de ahora, lo vamos a recordar como una muy buena época de nuestras vidas” reflexionó.