08-04-2025
El delegado en la ex FABI de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos Sergio Urrutia dijo además “estamos atados de pies y manos”.
Sergio Urrutia, delegado sindical en CMPC (Compañía Manufacturera de Papel y Cartón), relató los dramáticos momentos vividos este martes en horas de la mañana por los trabajadores de la ex FABI cuando -sorpresivamente- un funcionario de recursos humanos de la empresa bajó desde Chile para comunicar a todo el personal que a partir de ese momento la planta apagaba sus máquinas para siempre.
“La verdad que esta medida nos tomó a todos muy, muy por sorpresa. Si bien la situación de la empresa no era la ideal, estábamos trabajando al 50% de la capacidad instalada y no nos esperábamos esto”, expresó.
“Veníamos trabajando en forma normal, con alguna que otra máquina parada, pero se trabajaba” confesó Urrutia, quien además es congresal de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos con sede central en Bernal.
La metodología empleada por la empresa fue cruda: “Vino el gerente regional de recursos humanos, encargado de las plantas de Argentina, Chile, Perú y Brasil junto con un equipo de 8 personas de recursos humanos de Chile. Primero nos llamaron a nosotros como sindicato y nos dijeron ‘Buen día, cómo les va. La fábrica cierra’. Así de simple” contó Urrutia.
Acto seguido comunicaron que la empresa iba a pagar la indemnización con un 15% por encima de lo que exige la ley y quien no optara por esta alternativa antes del viernes recibiría el telegrama de despido.
“Hubo una charla con los empleados que estábamos en el turno mañana y después cada uno se fue para su casa” reveló.
Los chilenos que llegaron hasta Olavarría fueron categóricos. “Nos informaron que no existe posibilidad de venta, ni nada porque encima se llevan todas las máquinas para Chile” dijo.
El principal argumento de la empresa es que “es inviable en estos momentos en la Argentina, que se cayó la demanda, que la actividad bajó mucho, que no hay miras de mejora, entonces el directorio decidió cerrarla. Nos dijeron que los números le daban en rojo y que ellos a la Argentina vinieron a ganar plata y como no ganan se van”.
De acuerdo con el cálculo de Urrutia el cierre de la ex FABI representa para Olavarría la pérdida de 100 puestos de trabajo directos y al menos otros 50 indirectos.
“No tengo un número exacto de lo tercerizado, pero calculo que no debe bajar de los 50 empleos, porque todo lo que es el servicio de mantenimiento, la limpieza, el comedor, había talleres externos que se dedicaban al sellado de bolsas” relató.
“Lamentablemente no tenemos ningún recurso al que apelar. Estamos atados de pies y manos, porque no hay a quien reclamar, ni medidas por tomar, nada. Lo único a lo que pudimos aspirar fue a una mejor indemnización, que se logró” marcó Urrutia.