26-04-2025
La marcha, que protagonizaron centenares de personas, comenzó al pie del monumento a Fray Romeo Musaragno y finalizó en la Iglesia San José. La conmovida palabra de los fieles.
Olavarría despidió este sábado por la tarde al Papa Francisco, con una emotiva procesión que comenzó al pie del monumento a Fray Romeo Musaragno (sobre la margen izquierda del arroyo Tapalqué) y finalizó en la Iglesia San José.
Centeneras de personas participaron de la marcha que se inició en la calle Riobamba, cruzaron por el puente de la calle Necochea hacia la margen derecha del arroyo Tapalque y por Brown continuaron la caminata hasta San Martín y de allí hasta el Paseo Jesús Mendía entonando canciones alusivas al desaparecido Sumo Pontífice.
Antes, durante y después de la procesión fueron numerosas las muestras de agradecimiento a Francisco por la impronta que le dio a su papado y por el legado que dejó para las futuras generaciones.
Conmovida, Verónica destacó que “Francisco es un grande, un hombre que ha amado y ha seguido a Jesús y con sus palabra nos ha hecho comprender sencillamente el mensaje del Evangelio”.
Lo consideró “valioso en este mundo, donde necesitamos tanto una luz. Muchas veces hay oscuridades a nuestro alrededor”.
“Por otro lado nos enseñó a cuidar a cada persona, desde el más frágil al más grande. Esto es una enorme enseñanza y me lo quedo en el corazón” confesó.
Raúl dijo que el papado de Francisco “dejó una huella muy profunda para todos. Su apertura, su forma de ser, su bondad han sido muy significativas para el mundo y expresó lo que debía ser el catolicismo. Hizo ver que el catolicismo debe dedicarse a todo aquel que necesita”.
Gladys pudo estar cerca de Jorge Bergoglio y después del Papa Francisco: “Fue un guía espiritual muy grande. Tuve la dicha de conocerlo como Cardenal cuando vino a ordenar al Obispo y después otra satisfacción grande fue verlo en Fátima (Portugal) en 2017”.
“Como católica practicante siento un dolor muy grande, pero a su vez un poco de alegría porque está en paz” añadió.
A su lado, un fiel ponderó que “Francisco fue un gran pastor. Estamos todos con alegría, pero con una tristeza grande porque fueron años súper felices”.
“Yo estaba lejos de Dios, pero hace 12 años venía por la calle y cuando me enteré de que teníamos Papa me agarró una alegría en el corazón enorme” contó.
El día de la designación de Francisco como jefe de la Iglesia Católica será siempre inolvidable para María Esther. “Francisco fue todo. Lo llevaré en mi corazón por siempre” expresó.
“Es un Papa espectacular y agradecida también porque el día que entró el Papa nació mi nieta. Fue un día muy feliz por ambas cosas” remarcó.
Otra fiel, mientras esperaban en la vereda protegidas por el sol que daba contra el frente de la Iglesia Monte Viggiano, manifestó que “Francisco deja un legado de humildad, de humanidad para el mundo entero”.
“Tuve la oportunidad de leer en el verano su autobiografía, un libro que invito a leer. Se llama ‘Esperanza’. Es un libro apasionado que refleja desde la llegada de la familia Bergoglio a la Argentina, su infancia, su preparación, su ordenación. Un libro imperdible, que enseña a amar a través de sus palabras” aconsejó.
Oscar reflejó en sus palabras la algarabía con la que vivió el paso de Francisco por la Santa Sede: “Fue extraordinario; me enseñó el camino. Nos mostró cómo debemos ser. Su humildad, su sencillez y siempre se preocupó por la paz en el mundo”.
Una de las primeras en llegar, María reconoció que “en lo personal y para mi familia, Francisco nos transmitió mucha paz. Ya por ser un Papa argentino nos conmocionó muchísimo. Fue un ejemplo a seguir, siempre se dedicó a los pobres, amó a la naturaleza, por lo tanto nos deja el mandato de seguir con lo que él predicaba. El amor a los pobres, a la naturaleza y a la vida misma”.