07-07-2019

"Chaco" Ibarra, el hombre que se le ríe a la Justicia

Su frondoso prontuario incluye causas de todo tipo vinculadas a droga, robos, fugas y tenencia de armas. En las próximas horas se sabrá si también es el asesino de Carlos Cordero.

Claudio Daniel Ibarra Arrieta, conocido como "Chaco", de 38 años, no es un nombre desconocido en el ámbito policial y judicial. Es todo lo contrario. La Policía y la Justicia lo conocen muy bien y ahora también todos nosotros, al menos su identidad, tras su detención en las últimas horas por estar vinculado a la desaparición de Carlos Roberto Cordero (60).
 

"Chaco" Ibarra, literalmente, se le viene riendo a la Justicia desde hace años. Tiene una verdadera colección de causas penales, cuando parece que es la última surge otra; tiene antecedentes "para hacer dulce" o como se dice en la jerga, un prontuario frondoso.
 

Ibarra se desempeñaba como profesor de boxeo en la Sociedad de Fomento del barrio Coronel Dorrego. Pudo haber elegido vivir de su pasión, pues no.
 

Acumuló en los últimos años causas de todo tipo, a saber vinculadas a droga, robos, fugas de unidades penales, tenencia de armas. Ninguna lo mantuvo mucho tiempo en la cárcel.
 

No es todo. "Chaco" manejaba por teléfono o por redes algunas chicas, hasta su propia pareja, pero además tenía una modalidad de atacar y robar a algunos "clientes" que caían en la trampa. Se sospecha que Ibarra planificó un encuentro entre Cordero y una mujer y que al llegar al lugar el hombre por alguna razón fue ultimado.
 

Hace poco, a mitad de mayo, Ibarra fue noticia cuando fue aprehendido tras una persecusión policial. Ese día chocó a un patrullero, llevaba cocaína y estaba prófugo por un robo en Coronel Suárez. Lo imputaron por daños, desobediencia e infracción a la ley de estupefacientes. Estuvo alojado en la comisaría Primera. Después quedó libre.
 

Hay más. En 2012 quedó otro antecedente: Chaco se evadió en enero de ese año de la cárcel de régimen abierto de Alvear y se entregó en marzo ante un juez. Purgaba una condena por un intento de robo a una joyería céntrica cometido en abril de 2008. Por una disposición judicial fue alojado luego en la Unidad Penal Nº 38 de Sierra Chica.



 

Pero antes también había protagonizado una fuga cinematográfica en septiembre de 2008, cuando cumplía una condena en la Unidad Penal Nº 27 de Sierra Chica, aunque fue recapturado rápidamente mientras se ocultaba en la zona de canteras de esa localidad.
 

Ibarra Arrieta registraba, a su vez, una condena de tres años y seis meses de prisión impuesta el 29 de julio de 2004 por “tenencia de armas y munición de guerra, amenazas y abuso de armas”, y había sido considerado reincidente por otros dos casos ocurridos el 16 y 26 de marzo de 2003 en Olavarría y Coronel Suárez.
 

Chaco nunca escarmentó. En las próximas horas se sabrá si también es el asesino de Carlos Cordero.